El Sermón del Monte y la Ley - Parte 2

Comparte este artículo
Propósito:
“DIOS, promete su gracia y todo bien a quienes cumplen sus mandamientos.”
Introducción:
Para mí el sermón del monte es el mensaje de salvación más impresionante porque involucra cada área de mi vida, pero no puedo verlo así si no logro discernir cada frase aquí contenida. Por eso es necesario mirar el antiguo testamento con otros ojos. Con los ojos de amor del Señor Dios Jehová de los ejércitos, no como el
Dios castigador que muchos quieren ver cuando pasan por el A.T. Hemos venido hablando de lo que significan los diez mandamientos ya hemos visto los primeros cuatro.
PRIMER MANDAMIENTO: “No tendrás dioses ajenos delante de mí”.
Nuestro corazón debe estar apegado solamente al Dios vivo, al rey de reyes y señor de señores. Si el pecado no puede separarnos del amor de Dios, nada, ni nadie lo podrá hacer. Todo objeto o sujeto que viene a tomar el lugar de Dios en nuestras vidas es asunto de idolatría.
Pregúntate honestamente, ¿Qué cosa, o persona, está tomando el lugar de Dios en tu Vida? Si encuentras respuesta a esa pregunta, lo único que queda por hacer es renunciar a esa actitud, y regresa a tu primer amor que es Dios en la persona de Jesucristo.
SEGUNDO MANDAMIENTO: “No te harás ídolos o imágenes para postrarte y adorarlas”.
El pecado de la idolatría no se manifiesta necesariamente de una forma exterior, porque los ídolos pueden encontrarse instalados en nuestro propio corazón. Cualquier cosa a la que entregues tu tiempo, tu corazón y tu propia alma, se convierte en tu dios, en tu ídolo. Y Dios dijo que no deberíamos tener otros dioses fuera de Él.
Cuando dejas de honrar a DIOS en algo, ese escudo se rompe, se debilita, formando huecos o fisuras y son los que el enemigo aprovecha para colocar sus dardos mortíferos.
TERCER MANDAMIENTO: “No tomarás el nombre de Dios en vano”.
Este mandamiento prohíbe usar el nombre de Dios cuando se está mintiendo, Dios no da por inocente al malvado, ni porque jure por su nombre. No tomar el nombre de Dios en vano es no aprovecharse de las ovejas utilizando el nombre del Señor. “No tomarás el nombre de Dios en vano” es ¡NO! aprovecharse de la ingenuidad y de las necesidades emocionales y espirituales de las personas, en el nombre de Dios.
CUARTO MANDAMIENTO: “Acuérdate del día de reposo”.
Es menester tener un día especial de la semana para dedicarse al área espiritual, en la comunión con Dios. Este día es de mucho beneficio; pues se recuperan las fuerzas o energías desgastadas y se renuevan para seguir la labor escogida. Recuerde algo muy importante: “Shabat en hebreo significa literalmente reposo, descanso”.
Continuemos entonces…
QUINTO MANDAMIENTO: “Honra a tu padre y a tu madre para que te vaya bien en la vida”.
Primero definamos qué es honra: ¿para Ud. qué es una persona honrada? “La que recibe honra”, pero ¿de quién? Si es de la sociedad, ésta depende de tu estatus social, académico, económico y va en niveles.
La verdadera honra viene de Dios, porque Dios honra al que le honra.
¿¡Bien!? ¿Ud. espera que DIOS lo respete? ¿Sí?
¿Ud. espera que DIOS lo enaltezca? Claro que sí.
La palabra de DIOS dice “DIOS HONRA AL QUE LE HONRA”
Es respetar a DIOS porque DIOS aborrece la mentira. DIOS ama la verdad, lo recto. Aborrece el cohecho (soborno); DIOS ama la responsabilidad. “¿cuánto cuesta tu honra?”
Si el ser humano honra a DIOS – hace lo que le agrada a DIOS – entonces DIOS honra al hombre. DIOS forma un escudo alrededor suyo. Dios no se queda con esa honra, él la devuelve.
Hay un fenómeno físico que se llama la reflexión de la luz: Es el cambio en la dirección de la onda de luz cuando ésta cae sobre una superficie reflectante (un espejo, por ejemplo).
Dios Jehová es ese espejo; tú lo honras y ÉL te la devuelve dándote el respeto de los demás.
Cuando dejas de honrar a DIOS en algo, ese escudo se rompe, se debilita, formando huecos o fisuras y son los que el enemigo aprovecha para colocar sus dardos mortíferos.
Cuando tú dejas de honrar a Dios dejas de honrar al Dios de tus padres, y por lo tanto no honras a tus padres.
Qué mejor manera de exponer las características de un ser humano que honra a Dios y a sus padres que el Salmo 1.
Podríamos decir entonces que Honrar es dar respeto, honor a quien lo merece.
Ahora bien, Ud. se puede estar preguntando muchas cosas con respecto a este mandamiento:
1.- Los hijos Bombril – ¿honran a sus padres?
2.- Desde que yo estaba pequeño, mis papás me decían que yo tenía la obligación de mantenerlos, porque para eso lo habían educado e invertido en él.
3.- Que primero es madre que esposa e hijos.
4.- Que los padres tienen que vivir en la casa de los hijos hasta que mueran.
Quiero darles estas palabras a los padres:
“Cuando criamos hijos, no estamos criando personas que nos van a acompañar cuando estemos viejos; no tienen que mantenernos, no tienen que cuidarnos, no tienen que hacerse cargo de nosotros, ni vivir su vida a través de la nuestra. Muchos padres se pasan parte de la crianza de sus hijos haciéndoles creer que tienen un contrato invisible para con ellos, haciéndoles creer que están endeudados para con ellos.
Cuando criamos hijos, nuestra tarea como padres es criar personas funcionales educadas e independientes. Hijos que sean libres, que no tengan complejos, que sientan que pueden confiar en ti, que a pesar de que tú no les pidas nada inoculándoles la culpa de que “ohhhh, yo que te di los mejores años de mi vida”, sientan que quieren darte lo mejor que tienen porque los has criado con respeto y en libertad”.
¿Quieren recibir honra de sus hijos? Críenlos pensando en el ejercicio de su vida, no la suya, denles respeto, autoestima, carácter, fortaleza, independencia, autocritica y tendrán hijos dispuestos a apoyarlos.
Hijos ¿qué representa este mandamiento realmente? Respeto, lealtad, integridad, nombre, atención.
Valorarlos. Honramos a nuestro padre y a nuestra madre cuando agradecemos todo lo que han hecho por nosotros. Y demostramos que los valoramos teniendo en cuenta sus consejos Proverbios 7:1-2
Aceptar su autoridad. Los jóvenes, en especial, honran a sus padres al respetar la autoridad que Dios les ha dado. Colosenses 3:20 les dice: “Hijos, sean obedientes a sus padres en todo, porque esto es muy agradable en el Señor”.
Tratarlos con respeto. Por lo general, el respeto se ve en lo que decimos y en cómo lo decimos. Es verdad que, en ocasiones, algunos padres no se comportan como es debido, y quizás a sus hijos les cueste respetarlos. Aún en esas circunstancias, los hijos pueden mostrarles honra si evitan hablarles o tratarlos irrespetuosamente. La Biblia dice que si alguien habla con falta de respeto de su padre o de su madre, está cometiendo una ofensa grave Mateo 15:4
Cuidar de ellos. Al envejecer, puede que los padres necesiten nuestra ayuda. Los honramos al asegurarnos de hacer todo lo posible para que tengan lo que les haga falta.
Miren, es curioso que este sea precisamente el quinto, o sea el mandamiento que está en medio del corazón de Dios. Dijimos que los primeros cuatro mandamientos tienen que ver con mi actuar con Dios “La relación vertical”, y del quinto al décimo, de mi actuar con los demás “la relación horizontal”.
Este quinto mandamiento es la bisagra que abre la puerta de las bendiciones de Dios por nuestro actuar y obediencia a ÉL y frente a los demás.
El paradigma del hijo obediente está enfocado en la persona de Jesucristo. Entonces vale la pena ser un hijo que honra a sus padres, ya sea que estén vivos o muertos, debemos honrarlos a cada momento, pues son el regalo de Dios, representan el espíritu paterno de Dios. “Para que te vaya bien, y seas prosperado hasta el fin de tus días”.