El perdón como estilo de vida

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Introducción
Verdaderamente la navidad es algo sobre lo cual se habla mucho, sobre lo cual se dicen muchas cosas.
Y no podemos negar que muchas personas hablan mal de la navidad llamándola una celebración pagana, una fiesta mundana, etc, pero hay un término que se utiliza en el mundo consumista de hoy: “temporada alta”. Y ¿sabe Ud. porque es “alta”? porque todo está por la nubes, tiquetes para viajar, los hoteles, los planes vacacionales etc. Las personas se enloquecen buscando como salir. Y en esa misma temporada baja de una manera ostensible: mi comunicación con mi pareja, con mis hijos, pero sobre todo se entra en lo que llaman “modo espera” mi comunión con Dios. “comamos y bebamos que mañana moriremos” dicen algunos, y “hay que aprovechar las oportunidades que se nos presentan porque mañana no sabemos.
Partimos del principio que la Iglesia está ahí y si no está pues busco otra y peor aún creen que Dios siempre estará esperando por ellos. Recordemos que la Biblia dice: “buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano” y ninguno de nosotros sabe cuándo se acaben esos momentos.
Salir en diciembre es una odisea total: trancones, centros comerciales repletos “y nos quejamos todo el año de que no hay plata”, los amigos de lo ajeno, que están atentos a cualquier descuido para recordarte el término “no dar papaya”
Hace un tiempo leí un artículo de un escritor del tiempo y ex sacerdote llamado “Gonzalo gallo” que dice:
“logra que este diciembre no sea un mes de agitación y consumismo sino de sosiego interior, vida familiar y espiritualidad. Es contradictorio que se celebre el nacimiento de Jesús sin paz, sin fe, y solo con migajas de amor.
Pon límites y no hagas gastos innecesarios, porque Jesús no nació en un centro comercial ni sus padres se endeudaron para recibirlo.
Me sorprende ver a muchos estresados y afanados en un mes que debería ser de calma y de amor. Es que la mayoría de las personas son como borreguitos que caminan al ritmo que les impone la sociedad de consumo.
En estos días continua el escritor; dedica buen tiempo a orar y meditar, lee algo que inspire y comparte mucho más con los que amas.
Antes de que acabe el año cierra ciclos, sana heridas del alma, perdónate y perdona de corazón. Termina su artículo diciendo: navidad es que algo hermoso renazca en ti y que Dios sea tu amado y tu amigo, tu fuente de luz y paz, sin eso todo solo queda en adornos y deudas”
En medio de las divisiones y la destrucción del mundo, la buena noticia de Navidad nos recuerda que Dios nos brinda su amor y nos llama a un ministerio de reconciliación.
Pero si preguntamos a Nuestros jóvenes de Hoy “por Asociación de palabra” – que responderán sobre la Navidad, ¿con que la Asociarían? → la Gran mayoría respondería:
Cohetes, fiesta, lechón, asados, baile, licor, regalos, Árbol de navidad, luces multicolores.
Y descubrimos que entre todas las Asociaciones no aparece una sola referencia a Jesucristo y su tarea salvífica para la humanidad
Cuando nos dejamos manosear por el mundo consumista y acariciamos el sensual pecado, cuando se nos presente una situación de reversa en nuestras vidas y exclames: “¿DÓNDE ESTAS DIOS?”, escucharas una voz que te dice “! PERO SI HACE RATO LO SACASTE DE TU VIDA!”
La pregunta que deberíamos hacernos hoy es: ¿Será que por mi estilo de vida realmente soy salvo(a) y podré estar tranquilo en el Justo Juicio de Dios?
La pregunta hoy es: ¿Si estoy realmente obedeciendo a la palabra de Dios, o estoy tratando de sobornar a Dios con mis obras?
Y verdaderamente al ver la forma como el mundo celebra la navidad, enfocados en lo material, en los regalos, en la comida, en estrenar ropa, etc parecería que lo que dicen las personas sobre la navidad tienen razón.
Celebramos el nacimiento del señor Jesús, pero parece que ese evento tan importante en la historia de la humanidad se ha convertido en una disculpa para el libertinaje y el abuso de los recursos, celebrar el nacimiento de Jesús es poder entender las palabras que expreso SIMEON EN EL EVANGELIO DE LUCAS, que hablo sobre ese niño que había nacido en Belén.
Palabras que declaran que Jesús vino a nacer en este mundo con dos propósitos: Para ser luz a los gentiles y gloria de Israel.
Todo ser humano que acepta poner su vida en manos de Dios debe saber los fundamentos de la vida cristiana, qué son: “vivir para Cristo y cómo es el proceder de un verdadero cristiano”.
Las cosas ya no son como antes, las congragaciones cristianas han cambiado mucho y en la gran mayoría ya no se enseña sana doctrina y son pocos los que están dispuestos a pagar el precio de estar en las manos de Dios.
Estar en las manos de Dios, es estar en las manos del alfarero quien le dará a tu vida la forma correcta, la que más se asemeja a Cristo.
El Señor Jesús, es el iniciador del cristianismo y todos sabemos lo que eso significa, que su seguidor es también imitador de su estilo de vida.
Jesucristo fue para sus apóstoles y relacionados el líder siervo que en vez de ser servido siempre se dedicó al servicio y es justo lo que falta hoy en día, es también junto a la fe y la santidad el fundamento de lo que quiere decir vivir para cristo.
¿Cómo vivir para Cristo?, siendo santo porque él es santo, siendo justo como él lo es, sabemos que la salvación es no merecida y como tal siendo que fue recibida por gracia y no por méritos propios, es justo que también demos por gracia lo que por gracia recibimos.
Nuestra confesión como cristianos nos tiene que llevar a entender otros dos fundamentos que con frecuencia se olvida y que realmente vale la pena recordar por estos días
Amar y Perdonar.
Pero la que más se olvida y la que se necesita recordar para poder amar es “PERDONAR”.
“Perdonar” es la palabra que para la Biblia es fuente de vida, en la Biblia se usa más de 100 veces y es la clave que nos proporciona “SALUD” espiritual, mental, emocional, física, social. Es la única acción en el universo que supera y vence AL RENCOR que como EL ORGULLO es una enfermedad silenciosa que no tiene olor, cuerpo o visibilidad real pero que está en todos nosotros y despierta en nosotros otra enfermedad peor que es “el egoísmo” que destruye el cuerpo sin darnos cuenta, pero sin embargo son las actitudes del carácter más usadas y menos temidas por el ser humano.
“Perdonar” es una palabra multifacética. Se parece a un diamante de muchas caras que refleja los rayos de luz convirtiéndolos en un caleidoscopio; contiene una gran cantidad de aspectos que pueden percibirse desde distintos puntos de vista. ¡Y que no es para el Hijo de Dios una acción imposible de aplicar! La Biblia dice: “Todo lo puedo en Cristo!”
Definitivamente el perdón es un tema que nace del mismo corazón de Dios, no es invento humano, sino que nace en el corazón de Dios.
Somos “IFRAN”, somos una comunidad familiar, y una familia debe ser sana en todos los aspectos y este flagelo de la falta de perdón enferma la comunidad
Todo ser humano que acepta poner su vida en manos de Dios debe saber los fundamentos de la vida cristiana, qué son: “vivir para cristo y cómo es el proceder de un verdadero cristiano”.
Efesios 4:32
Si somos sinceros tenemos que admitir que perdonar no es una tarea para nada fácil, ¿saben por qué?
- Porque Tenemos dificultades para llevarnos bien con los demás.
- Porque Hay gente que nos causa mucho enojo,
- Porque Hay quienes nos tratan mal,
- Porque Hay quienes chocan con nosotros.
- Porque Hay quienes están constantemente saboteando nuestros planes por medio de sus acciones
Sin embargo, es en este contexto que Pablo nos dice que debemos perdonar. Observemos de más cerca la palabra “perdón”.
Estoy de acuerdo con varios autores en que hay tres clases de perdón:
1. El perdón que le das a alguien que te lo pide.
Alguien que se arrepiente genuinamente, y que no está siendo solamente amable. Alguien que cambia realmente. A esto se refiere Jesús cuando dice en Lucas 17: 3 “mirad por vosotros mismos. Si tu hermano pecare contra ti, repréndele, y si se arrepintiere, perdónale.”
La segunda clase de perdón es un poco más difícil.
2. El perdón que tú le das a alguien que no se arrepiente; que no cambia, sino que te sigue causando problemas
Jesús dice en Mateo 6 que, si nosotros perdonamos a aquellos que pecan contra nosotros, Dios nos perdona también. Si no perdonamos, Dios no nos perdona.
El señor Jesús aclara en Mateo 18:21-22
El punto es: ¡“perdona siempre”!
3. El tipo de perdón más difícil es el que se le da a alguien que no solo no te lo pide, a alguien que no solo no cambia, que no solo no lo merece, sino a alguien que ni siquiera piensa que necesita tu perdón.
Eso fue lo que hizo Jesús en Lucas 23 cuando dijo: “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen.
Y en Lucas 6:37 dice, “…….perdonad, y seréis perdonados.”
Miremos lo que complementa el evangelista Marcos 11:24-26
¡!!¡“SIMPLE VERDAD”!!! Si quieres que Dios el Padre te perdone, entonces tú también debes estar dispuesto a perdonar a los que te han herido.
“La biblia ¡NO! nos ofrece alternativa. Nosotros hemos sido perdonados, entonces ahora debemos perdonar.
Nuestra relación con nuestros hermanos será un reflejo de nuestra INTIMDAD con Dios.
Si hay un problema horizontal, entonces es probable que haya también un problema vertical que necesita ser arreglado. Mis amados el perdón es un proceso y lo largo o lo corto depende del propósito que concibas en tu corazón; Y quiero darte algunos pasos que estoy seguro te ayudaran a acortar ese proceso tan complicado que es el “PERDON”
- PIDELE A DIOS QUE TE AYUDE
Cuando Jesús le enseñó a sus discípulos cómo orar, uno de los temas con los que trató fue acerca del perdón. Él dijo en Mateo 6:12-15
Perdonar es algo que Dios hace muy bien. El disfruta el perdonar. El murió por perdonar.
Cuando Dios perdona: Los pecados del corazón, los pecados del cuerpo y los pecados de tu voluntad son perdonados.
Si necesitas perdonar a alguien entonces te recomiendo que vayas con el especialista en perdón: El Señor Jesucristo, y busca su ayuda.
- OLVIDATE DE OLVIDAR
“Perdonar y olvidar” es un antiguo proverbio, pero no es un buen consejo. Hay ciertas cosas que usted y yo nunca vamos a olvidar:
Si alguien mata a un ser querido, Si fuiste víctima de una violación, Si alguien ha murmurado contra ti, Si tu pareja te fue infiel, Si alguien te acusó falsamente de algo terrible, Si alguien se quedó con algo que te pertenece.
Las probabilidades son que vas a recordar a esa persona o ese incidente a pesar de tus mejores esfuerzos.
Estas cosas están grabadas en nuestro subconsciente y se supone que vamos a recordarlas hasta el día de nuestra muerte. Puede que te olvides del asunto por un tiempo, pero luego, ves a la persona que te ofendió, estás en conversación con un amigo y se habla otra vez del asunto, etc, etc
Hay algunos que dirán que el hecho de que te acuerdes del problema es la prueba de que en realidad no has perdonado a la persona.
¡Yo no estoy de acuerdo!
De hecho, yo creo que existe una razón por la cual la mente decide recordar. “La razón es porque así podemos aprender de nuestras heridas, y procuramos protegernos de ser heridos otra vez.”
Supongamos que un hermano te pide plata prestada, se desaparecen por arte de magia, el hermano y la plática y no te paga. Pero al cabo de un tiempo aparece arrepentido y te ruega que lo perdones, pero igual no tiene con qué pagarte. Tú lo haces Y Tiempo después te encuentras con la misma persona y te vuelve a pedir dinero prestado, tú lo piensas más de una vez y a lo mejor no le prestas el dinero que te pide
Recordando el pasado, tú te niegas a prestarle dinero. Algunos te dicen que no has perdonado. Sin embargo, no es que no hayas perdonado necesariamente, sino que has aprendido de esa dolorosa experiencia, y sabiamente has decidido no repetirla.
El perdón es un acto de gracia. La confianza y la responsabilidad es algo que se gana.
Algunos dicen así muy espirituales: “yo te perdono en Cristo Jesús”, noooo, tu perdonas porque el Señor Jesús ya te ha perdonado y tú tienes la mente de Cristo.
Así es mis amados, la Guerra ha terminado. Las heridas quedaron en el pasado. Ya no tienen poder en tu vida presente.
¿Cómo es en tu caso? ¿Has perdonado?
- NO DIVULGUES LA OFENSA
No riegues el veneno. Deja que la ofensa muera. Si sientes que debes divulgar la ofensa, pregúntate el porqué. ¿Cuál es el motivo?, ¿Qué estás esperando lograr?, – ¿Son tus acciones motivadas por amor o por algo menos honorable? La Biblia dice en Prov. 26:20
En otras palabras, si dejas de alimentar la ofensa, eventualmente se extinguirá. No te amargues pensando en el hecho. ¡Déjalo ir!
- PROSIGUE ADELANTE CON TU VIDA
El perdón restaura el presente, provee la base para el futuro y te libera del pasado. En otras palabras, NO TE DETENGAS A RUMIAR EL RECOR, ¡SIGUE ADELANTE!
- NO ESPERES QUE EL OFENSOR TE PIDA PERDÓN
Si no lo ha hecho todavía, es probable que nunca lo hará.
Durante el tiempo que he servido como pastor, he tenido innumerables casos de ofensa, calumnia, murmuración etc. Y puedo contar con los dedos de una mano a las personas que tuvieron el valor para decirme “lo siento.”
¡Jesús no esperó una disculpa!
- RECUERDA QUE TÚ TAMBIÉN NECESITAS PERDÓN
Jesús dijo que no olvidemos quitar la viga delante de nuestros ojos cuando examinamos la paja en el ojo ajeno.
Pregúntate honestamente si eres completamente inocente en el problema.
¿Tal vez tendrás algo de culpa?
Conclusión
- DEJA LA JUSTICIA EN LAS MANOS DE DIOS
Él ha prometido que ¡El pagará!, El cumplirá su palabra. Romanos 12:17-21
No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los hombres. Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres. No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor. Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza. No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal.