¡Un nuevo año, un nuevo comienzo!

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Introducción
Nuestro Pastor Cesar el 24 de diciembre del año pasado dijo hablando de la navidad: “Y en esa misma temporada baja de una manera ostensible: mi comunicación con mi pareja, con mis hijos, pero sobre todo se entra en lo que llaman “modo espera” mi comunión con Dios.
Y faltan 5 pa las doce, el año va a terminar, pero en lo primero que se piensa es en agüeros que algunas personas no han podido dejar:
- Las 12 uvas antes de medianoche. Se pide un deseo con la intención que se haga realidad.
- La vuelta a la manzana con la maleta de viaje. Ansiosos por conocer nuevos rumbos.
- Lentejas y arroz en los bolsillos para llamar la riqueza y el dinero.
Y otros más
En el año 2023 Tuvimos 12 meses 365 días, 8.760 horas, 525.600 minutos, 31.536.000 segundos. ¿Cuántos días hicimos el devocional? ¿Cuantos días oramos? ¿en qué tiempos nos acordamos de Dios? El tiempo que se va no vuelve. ¿Estamos haciendo las cosas con sabiduría?
Aprendamos del tiempo que se ha ido. El tiempo que se ha ido no volverá, y que hicimos, ¿intentamos contar nuestros días? Aprendemos de las cosas que debimos hacer y no las hicimos, fracasamos por no pedir consejo.
Miremos como está pasando el tiempo de rápido, que hace que estábamos en estas celebraciones y hoy ya estamos a dos domingos para terminar febrero del 2024. Pero algunas personas siguen en ese modo de espera.
Hay personas que siguen viviendo del pasado, no pueden olvidar las cosas que no hicieron y pudieron haber hecho. ¿Por qué no le hable? Y ahora no está. No le hice caso y ahora me separé de mi esposa, o alguna otra desgracia familiar.
Tengamos en cuenta que el ayer ya paso. No podemos hacer nada de lo que ya no existe. No sacamos nada con lamentarnos el no haber hecho algo.
Tampoco deberíamos preocuparnos por el Mañana, que ira a pasar, como vamos a vivir, será que esta persona estará el día de mañana, será que… o será que… el sol seguirá saliendo con esplendor, la luna seguirá saliendo en las noches.
La Biblia dice: “Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal”
Preocupémonos por ¡el Hoy! una persona puede pelear las batallas de solo un día; ayer y mañana son preocupaciones inútiles.
¡Resolvamos todo un día a la vez!
No hay razón para preocuparnos por aquello que no ha pasado y tal vez ni pasará. Pero el propósito es de dar gracias a Dios porque nos permitió vivir un año más. Todavía estamos viviendo y gozando de una familia, un empleo, unos amigos. Muchos no vieron el amanecer del nuevo año.
Dios sabe quiénes somos, pero nosotros no tenemos esa convicción del amor de Dios. Nos estamos gloriando en todo momento de lo que hacemos, vivimos de apariencias y no de lo que el Señor coloca en nuestros corazones.
Salmos 90:12
Cuando Moisés escribió el salmo 90 estaba consciente de lo rápido que pasa la vida, y afirma que la vida es muy corta en los versículos 4 y 9. Y dice el versículo 12 “enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría”
Moisés tuvo un encuentro cara a cara con Dios y Él le hablo.
El apóstol Pablo en Efesios 5:15-17, también da una exhortación muy parecida “mirad pues con diligencia como andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cual sea la voluntad del Señor.
Descubrir la voluntad de Dios es lo más sabio que podemos hacer, ya que con ello nuestro corazón se llenara de sabiduría.
Jesús siendo hombre dijo: no puedo yo hacer nada por mí mismo; según oigo, así juzgo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió, la del Padre. “la mente de Jesús estaba siempre ocupada con pensamientos de hacer la voluntad de su Padre”
El Salmo 90 nos habla y recuerda que nuestro Señor ha sido nuestro refugio y que los días de nuestra edad son setenta años y en los más robustos ochenta.
juan Calvino dijo: “no necesitamos un maestro en aritmética que nos permita contar la longitud de cien en nuestros dedos. Tanto más incrédulo y más vergonzoso es nuestra estupidez al no comprender nunca el corto plazo de nuestra vida”.
¿Estamos viendo que hemos hecho en esos días que el Señor nos ha dado de vida?
¿Estamos actuando con sabiduría? Y no esperando solamente que el año se acabe ¿y nosotros seguir en qué?
Job 28:28 dice: y dijo al hombre: he aquí que el temor del Señor es la sabiduría, y el apartarse del mal, la inteligencia.
Jesús conto una parábola que explica que pasa cuando no contamos nuestros días en Lucas 12 Jesús describe a un hombre rico que solo quería comer, beber y divertirse y que no tenía tiempo para pensar en Dios. El hombre pensaba que le sobraban los años para disfrutar esos placeres, pero Dios reclamo su vida esa misma noche. Si este hombre hubiera aprendido a contar sus días, habría realizado acciones que tuvieran significado eterno. Esta parábola nos enseña que ninguno de nosotros sabemos cuántos días nos quedan y no podemos desperdiciarlos.
Si elegimos contar nuestros días siguiendo exhortaciones, entonces nos espera una recompensa en la vida eterna. El apóstol Pablo en 2ª Timoteo 4:7-8, Nos cuenta que vivió esta vida durante muchos años y al saber que el final de su vida estaba cerca, su testimonio fue: “he peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me esta guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no solo a mí, sino a todos los que aman su venida”
¿Quién de nosotros está peleando esa buena batalla para obtener el galardón en el cielo? Recibimos el nuevo año ¿pero está en nosotros el poder comenzar esa buena obra?
Y así como lo dijo nuestro pastor Cesar dejar ese modo de espera y tener una buena relación con Dios. Busquemos permanecer en Cristo en todo momento, no entrar en ese modo de espera ya que nos podemos alejar cada vez más de la presencia de nuestro Dios Todo poderoso.
Dios quiere que seamos movidos por el amor y gratitud para servirle (Mateo 22:37-38“Jesus dijo: Amaras al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente; este es el primero y grande mandamiento).
Dios sabe quiénes somos, pero nosotros no tenemos esa convicción del amor de Dios. Nos estamos gloriando en todo momento de lo que hacemos, vivimos de apariencias y no de lo que el Señor coloca en nuestros corazones.
Como podemos agradecerle a nuestro Señor por habernos concedido un año más: Sirviendo con todo el corazón y no para los hombres; adorándole en espíritu y verdad; oyendo, leyendo, estudiando, memorizando y meditando la palabra; orando sin cesar; asistiendo a los servicios de adoración y participando en ellos. Entre otros muchos que hay.
No pensemos que pasara el día de mañana, eso lo sabe únicamente Dios. El apóstol Pablo dijo cuando estaba ya para ser sacrificado: “una cosa hago extendiéndome a lo que está delante” vive la vida como si fuera tu ultimo día; trabaja como si Cristo tardare mil años.
El verdadero significado del evangelio es la muerte y resurrección del Señor Jesucristo.
¡Ya no esperemos más!; entramos en un nuevo año, podemos tener un nuevo comienzo, las cosas viejas pasaron ya todas son hechas nuevas. Dejemos de vivir en la carne vivamos con la sabiduría que Dios nos da. y comencemos a vivir esa buena vida que Dios tiene preparada para todos nosotros y para nuestras familias, para nuestros amigos y aun para nuestros enemigos.
¿Y nosotros como iglesia Ifran estamos en la condición de contar nuestros días y tener sabiduría? ¿de tener en este nuevo año un nuevo comienzo? ¿De servir con todo nuestro corazón? ¿De dejar las cosas viejas y tener nuevas oportunidades?
Podemos en este 2024 estudiar la Biblia como se hace cada año y en la versión que se estudia en la iglesia, en seis meses o un año.
Podemos estudiar nuestro material: Discipulado uno a uno, en busca de Dios, mi experiencia con Dios.
Y las parejas la serie de construyendo tu matrimonio.
Los GDV transformando vidas, profundizando en la palabra.
Involucrarnos en los diferentes ministerios
Servir como ujieres de la iglesia
Hay mucho para este nuevo año, si no lo hemos hecho. Hagámoslo ahora.
Muy pronto tendremos la agenda para este nuevo año, no se queden por fuera.
Conclusión
Lo que vivió el apóstol Pablo (Contando los días con sabiduría) nos hace ver que nosotros también podemos hacerlo, no hay mayor gozo que estar cada día acompañado por nuestro Señor, hacer lo que él nos ordena que hagamos y sobre todo predicar el evangelio con la verdad de la palabra.
Dios tiene lo mejor para sus hijos, lo único que tenemos que hacer es creer, obedecer y seguirle, él se encarga de todo lo demás.
Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñare cosas grandes y ocultas que tu no conoces.
Amén