¿Tu en que condición estás… pecado, justicia o juicio?
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Introducción
Al hablar del Espíritu Santo, por sus nombres descriptivos se entiende que él es Espíritu, que él es llamado Santo porque es santo hasta lo infinito, es identificado como el Espíritu de Dios porque él es parte de la Deidad, es llamado el Espíritu de Cristo porque por Jesucristo fue enviado al mundo.
Aunque la presencia del Espíritu Santo se menciona de una manera diferente en el Antiguo y en el Nuevo testamento, es fácil ver que él sí estaba presente en el Antiguo testamento y el libro de Génesis dice que el Espíritu de Dios se movía sobre las aguas.
El Espíritu Santo estaba presente en circunstancias específicas y en personas elegidas, por ejemplo, los profetas, jueces y algunos reyes de Dios, para darles la inspiración y la sabiduría para cumplir tareas concretas. El mismo rey David en Salmos 51 dice orando a Dios Padre: ¡y no quietes de mi tu Santo Espíritu!
En el Nuevo testamento, sobre todo en los escritos de los evangelios, se muestran circunstancias en las que la presencia del Espíritu Santo era más evidente y sobre todo en hechos relacionados con el Señor Jesucristo, como su concepción a través de una joven virgen, en el bautismo de Jesús cuando descendió en forma de Paloma y en el momento de la resurrección del Señor Jesús levantándolo de los muertos.
Veamos los atributos del Espíritu Santo que evidencian que él es Dios, de acuerdo con las Escrituras:
- Eternidad: (Hebreos 9:14) hablando de Cristo, dice que él fue guiado por el Espíritu Eterno para ofrecerse como sacrificio perfecto a Dios.
- Omnipotencia: (Romanos 8:11) dice que el Espíritu de Dios levantó de los muertos a Jesús.
- Omnipresencia: (Salmos 139:7-10) ¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a donde huiré de tu presencia? y el salmista discierne que en todo lugar está la presencia de Dios.
- Omnisciencia: (1 Corintios 2:10-11) El Espíritu escudriña todas las cosas, aun lo profundo de Dios…nadie conoció las cosas de Dios sino el Espíritu de Dios.
- Veracidad: (1 Juan 5:6) y el Espíritu es el que da testimonio, porque el Espíritu es verdad.
- Santidad: (Romanos 1:4) se cita al Espíritu de santidad obrando con poder en la resurrección del Señor Jesús.
- Sus frutos: (Gálatas 5:22-23) el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, domino propio
De otra manera, la Biblia utiliza varios símbolos o tipologías para describir mejor al Espíritu Santo:
- Aceite: en el A.T. el aceite era usado para sanar, confortar, iluminar, y para ungir; de la misma manera el Espíritu Santo obra hoy. (1 Samuel 16:13 el Espíritu de Dios vino sobre David con poder), (Mateo 25 la parábola de las 10 vírgenes y sus lámparas), (Marcos 6:13 los discípulos ungían con aceite a los enfermos y estos eran sanados), (Hebreos 1:9 refiriéndose a Jesús como el Hijo de Dios ungido con oleo de alegría).
- Agua: el Señor Jesús refiriéndose al Espíritu Santo hizo su declaración en Juan 7:37, del corazón del que cree en mí de su interior correrán ríos de agua viva.
- Fuego: (Hechos 2:3) y aparecieron lenguas como de fuego y fueron todos llenos del Espíritu Santo.
- Viento: (Hechos 2:2) y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio.
- Paloma: (Marcos 1:10) El bautismo de Jesús…Y luego, al salir del agua, vio abrirse los cielos y que el Espíritu, como paloma, descendía sobre él.
- Sello: (2 Corintios 1:22) y el que nos ha sellado es Dios, y nos ha dado como garantía el Espíritu en nuestros corazones.
- Arras: (Efesios 1:14) sellados por el Espíritu Santo de la promesa que es las arras de nuestra herencia. (Las arras eran una garantía del matrimonio y representaban el compromiso del novio para cuidar de las necesidades de la futura esposa).
Solamente tú y Dios saben cuál es tu condición hoy: pecado, justicia o juicio. Nadie es responsable de tus decisiones, solamente tú…pero ten muy en cuenta que tus decisiones determinan tu destino.
Juan 16:7-11
- Convencer De Pecado (verso 9)
El carácter santo de Dios es la única norma mediante la cual se pueden juzgar los valores morales que rigen nuestra sociedad. Para la persona que quiere hacer su propia voluntad no hay normas morales, sino que se deja guiar por su naturaleza pecaminosa.
El pecado es romper o transgredir cualquier ley que fue dada por Dios ya que se opone al carácter de la santidad divina.
La Biblia pone al descubierto tres grandes demostraciones de la perversidad del pecado:
- Primera: (Isaías 14:12 y Esequiel 28:12): el primer pecado sucedió en el cielo, el cual fue cometido por el ángel que ostentaba la más alta jerarquía, quien por su pecado de orgullo y soberbia cayó a lo más bajo para llegar a ser satanás y la raíz de todo lo que se considera pecado.
- Segunda: (Romanos 5:12): el primer pecado del hombre, en manos de Adán, lo cual trajo como consecuencia la muerte y que el pecado se introdujera en toda la humanidad.
- Tercera: (Isaías 53: 5- 6): en el sacrificio de Jesucristo en la cruz, quien tuvo que cargar sobre él con toda la miseria pecaminosa de la humanidad para traer como resultado el perdón de Dios para el pecador.
De cualquier forma, el pecado abre una enorme brecha entre el pecador y Dios y el mismo tuvo que afrontar esta dura realidad cuando se puso en el lugar del hombre pecador y recibió sobre él todo el juicio divino; por esta razón estando en la cruz exclamó con el dolor más profundo de su alma: ¡Dios mío, Dios mío! … ¿por qué me has abandonado?
De otro modo, la confrontación que el hombre pecador puede recibir, son las mismas consecuencias de su pecado las cuales llegarán a su vida de manera inevitable:
- Muerte (Romanos 6:23): la paga del pecado es muerte lo que podemos interpretar como una separación espiritual de Dios que pone cada vez más lejos al hombre pecador de su Creador que por esencia es santo.
- La enfermedad y el dolor (Isaías 53): parte del castigo que vivió el Señor Jesucristo en la cruz tuvo que ver con cargar con las enfermedades y dolores del ser humano; y hoy en día, por ejemplo, vemos que un gran porcentaje de la tasa de mortalidad en el mundo tiene origen en enfermedades originadas en pecados sexuales.
Si le preguntáramos a un psicólogo seguramente afirmaría que hay enfermedades peligrosas que se originan en el alma, a causa de las raíces de pecados emocionales que se esconden en el corazón del hombre.
- Amargura y enojo y hasta deterioro y envejecimiento prematuro (Salmos 32:3-4 mientras callé envejecieron mis huesos) una vez más se hace evidente que todo lo que el hombre hace trae consecuencias y aunque afecta a otras personas, él mismo es la primera víctima.
- Castigo eterno (Apocalipsis 20:11-15 el juicio ante el gran trono blanco); es el juicio establecido por Dios para todo hombre pecador que no se arrepiente ni reconoce a Jesucristo como su Señor y Salvador.
Aunque el hombre trate de justificar su pecado y taparlo con una franja de 7 colores, sobre eso Dios ya legisló y su ley es inquebrantable e inescrutable su juicio.
2. Convencer de Justicia (Verso 10)
En el Evangelio de Mateo 5:17, el Señor Jesucristo explicó que él no vino para abrogar la ley, es decir abolir o negar la ley que había sido establecida por Dios Padre, sino que vino a cumplirla. Y de hecho la cumplió a cabalidad y esa fue su primera demostración de ser un hombre justo.
Sin embargo, un poco más adelante, en el evangelio de Mateo 18:11, el Señor Jesucristo hablando de sí mismo dice que el Hijo del Hombre ha venido a salvar lo que se había perdido. Aquí él dio a entender que lo que se perdió a causa de la desobediencia de Adán en el huerto del Edén, él lo rescató en la cruz en el monte Calvario.
El apóstol Pablo lo explicó de la siguiente manera en su carta a los Romanos 5:18: Así que, como por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de vida.
Por otro lado, Juan Bautista refiriéndose al Señor Jesús, declaró: “he aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo” El Señor Jesucristo fue el cordero perfecto para el sacrificio perfecto en la cruz tomando sobre si la condena inevitable que merecía la humanidad pecadora y declarando justo a cada pecador que se arrepiente y recibe su justicia y gracia por fe.
Y el autor de la carta a los Hebreos 10:10, resalta que el sacrificio del Señor Jesús en la cruz fue único y suficiente para la redención de la humanidad: En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre… vr 12: pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios.
El apóstol Pablo, enseñando acerca de la justicia de Dios a través de Jesucristo para salvar al hombre pecador, escribió a la iglesia de Corinto en su segunda carta 5:21 “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.”
Así que, amados hermanos, lo expuesto hasta aquí, nos ayuda a comprender la obra que el Señor Jesucristo dijo que el Espíritu Santo haría; convenciendo al mundo de Justicia.
Delante de Dios Padre todo hombre es pecador, pero a través de la sangre del único sacrificio perfecto es la única manera que el hombre pecador sea visto justo ante Dios. Y gracias a que Jesucristo es la esencia de la justicia divina, él es hoy nuestro abogado ante nuestro Padre celestial.
3. Convencer de Juicio (verso 11)
Y en este punto, el Señor Jesús lo declaró así: “Por cuanto el príncipe de este mundo ya ha sido juzgado” Es decir que en el sacrificio de la cruz no solamente Dios fue propicio a la necesidad de la humanidad abriendo el camino de la salvación y vida eterna, sino que en la cruz también satanás y sus demonios fueron sentenciados y condenados al castigo eterno, el cual les llegará en el momento establecido por Dios.
El apóstol Pablo lo escribió de la siguiente manera en Colosenses 2:15 “Despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz” y la Biblia lo sigue reafirmando en Hebreos 2:14, donde dice que El Señor Jesús en su muerte y resurrección destruyó al que tenía el imperio de la muerte, es decir a satanás.
Lamentablemente para los que no creen en Jesucristo como su único salvador y su sacrificio en la cruz como la única manera de alcanzar el perdón de Dios Padre, también habrá juicio, el cual lo describe la Biblia como “el Juicio ante el gran Trono blanco” en Apocalipsis 20: 11-15 donde Dios establece que los muertos que aquí se levantarán (esta es la segunda resurrección) serán juzgados por sus obras y serán condenados y lanzados al lago de fuego.
Con relación a los hijos de Dios, los redimidos por el Señor Jesús, nuestro juicio como pecadores lo asumió Jesucristo en la cruz y en una frase corta la Biblia lo declara así, en la carta a los Romanos 8:1 Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne sino conforme al Espíritu.
Conclusión
Solamente tú y Dios saben cuál es tu condición hoy: pecado, justicia o juicio. Nadie es responsable de tus decisiones, solamente tú…pero ten muy en cuenta que tus decisiones determinan tu destino.
Si vas por el camino ancho y espacioso el Señor te está dando la oportunidad que te pases al lado correcto. Si vas por el camino angosto sigue firme y más bien ayuda a otros a encontrar ese camino.
Si estás andando conforme a los deseos de la carne, dándole rienda suelta a tus deseos, es muy posible que perezcas y un día tengas que ser juzgado por tus obras y ya sabes cuál será el veredicto divino.
Pero si andas conforme al Espíritu, los frutos en tu vida darán a conocer que tú eres un hijo de Dios, que con tu estilo de vida obedeces el evangelio del Señor Jesucristo y de su mano serás llevado a la vida eterna.
Víctor Romero Alfonso
IFRAN