La gentileza y la bondad

Comparte este artículo
Introducción
Cuando veo las noticias, la corrupción, las violaciones, los abusos, el daño al medio
ambiente con la tala indiscriminada de árboles, hacia donde van nuestros jóvenes en la
búsqueda de una falsa identidad, en su búsqueda de modelos, los conceptos tergiversados
de estereotipos que desvían sus vidas, su mente y su corazón; cuando todo lo anterior ronda
mi cabeza me doy cuenta que no hay nada tan grande y tan especial que conocer cada día
mejor al señor Dios todo poderoso.
Miren les digo algo a todos, desde los más jóvenes hasta los más adultos “DIOS
QUIERE SER CONOCIDO POR TODOS NOSOTROS”
Esta semana me llamó profundamente la atención un texto de la Biblia que dice:
“Fui buscado por los que no preguntaban por mí; fui hallado por los que no me buscaban.
Dije a gente que no invocaba mi nombre: Heme aquí, heme aquí”
Iglesia, es tan intenso el deseo de Dios porque le conozcamos que, incluso, se muestra a
aquellos que no le buscan como lo afirma el texto que les comparto de Isaías 65.
Es bueno que sepamos esto porque a veces luchamos con la sensación de que Dios juega a
las escondidas con nosotros, lo queremos conocer, pero él se mantiene oculto o complica el
camino que debemos recorrer, pero cuán equivocados estamos al creer eso.
Oseas dice:
Y conoceremos, y proseguiremos en conocer a Jehová; como el alba está dispuesta su
salida, y vendrá a nosotros como la lluvia, como la lluvia tardía y temprana a la tierra.
Mira te digo algo: si lo buscamos, él nos responderá. Así de simple y sencilla es la propuesta
que Él tiene para nuestra vida, pero tenemos que esforzarnos, no permitir que la carne gane
terreno en nuestra vida, mis amados el mundo seduce mucho, se hace ver inofensivo pero
sus tentáculos son muchos.
Por eso tú y yo como padres, como discípulos de Cristo, debemos buscar a Dios y clamar
por nuestros hijos, por los hijos de los demás, interceder por nuestra comunidad, que el
mundo saque sus tentáculos de ella.
Mire apréndase esto:
“cuando yo saco a Dios de las actividades del mundo, solo se puede dar un resultado
“CARNE” y es ahí donde satanás saca sus tentáculos para devorar”
Pero para entrar en las profundidades de una relación íntima y transformadora, no basta con
dedicarle solo unos minutos apresurados cada día, ni siquiera con los servicios de adoración;
se requiere de una intensa necesidad, de un deseo profundo, de esa pasión que se
desborda.
El señor anhela, ardientemente tener mayor participación en nuestra vida, compartir las
intimidades de nuestro corazón con ÉL y que le demos plena participación en nuestros
proyectos.
Un estilo de vida que agrada a Dios es un proceso que muchas veces se torna lento e
inalcanzable, pero mira, alcanzar la madurez espiritual implica entender que existen
momentos en nuestro peregrinar por esta tierra en los que Dios traerá a nuestra vida
palabras que francamente nos incomodarán. No serán agradables de escuchar, ni fáciles de
digerir. Serán, sin embargo, las palabras que necesitamos para hacer las correcciones
necesarias a nuestra vida con el fin de agradarle a él en todo. Estas son palabras DE VIDA,
porque nos conducen a la transformación que nos tornara más parecidos a su hijo Jesús.
Si una palabra te incomoda no te apresures a descartarla, porque cuando estamos
desalineados con la voluntad de Dios lo Más seguro es que cada palabra que
escuchemos traiga a nuestra vida corrección.
De la mano del Espíritu Santo, tomate el tiempo necesario para examinarlas con cuidado.
A nadie le gusta ser corregido, desafiado a cambiar de actitud o a salir de su zona de confort
Frente a un comportamiento que no concuerda con los principios del reino.
La tendencia natural es a defendernos con rebuscados argumentos que proponen explicar
porque no es necesario ese cambio o esa corrección.
Déjenme aclararles algo:
Al igual que Uds. Tengo grandes luchas, no levito ni me creo de mejor familia o estrato, al
contrario soy tan tratado o más por Dios que como él lo hace con Uds.
Dios me coloca muchos espejos, sigo desaprendiendo para aprender, Dios me trata usando
a muchos de Uds. “A veces no nos damos cuenta de ese trato, porque el orgullo nos bloquea
el entendimiento. ¡Mi hermano querido; eso se llama CARNE!
Cometo muchos errores y Dios jehová me trata en cada área por medio de su palabra y de
verdad se los digo, mis notas de las prédicas me producen dolor, mucho dolor, me hablan,
me confrontan y a veces me cuestionan primeramente a mí; y lo que les comparto a Uds.,
Dios ya lo ha tratado conmigo durante la semana
Gálatas 5:16-23 NTV
A veces no nos damos cuenta de ese trato, porque el orgullo nos bloquea el entendimiento. ¡Mi hermano querido; eso se llama CARNE!
Nos encontramos en el proceso de examinar, en detalle, las diferentes características que
posee el fruto del Espíritu Santo.
Este se manifiesta en la vida de aquellos que desisten de vivir en la carne, para permitir al
Espíritu que sea el que los guíe en el contexto de la vida cotidiana.
La quinta característica que señala Pablo, en el fruto del Espíritu Santo, es la gentileza.
Algunos textos la traducen como “Benignidad”
La palabra en el griego, indica una actitud cálida, considerada, sensible, un corazón
bondadoso.
Moisés describe esta característica en Deuteronomio 32:4 NTV cuando se refiere al
Señor: El contexto del fruto siempre gira en torno a las relaciones con el Señor y nuestro
prójimo, por lo que esta bondad se manifiesta en una actitud de generosa amabilidad hacia
los demás. Esta cualidad es especialmente llamativa porque Pablo, en la carta a los
Romanos 3:12 dice: “Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo
bueno, no hay ni siquiera uno.”
La gentileza que produce en nosotros el Espíritu es la que proviene del mismo corazón de
Dios, pues el hombre natural no posee esta cualidad.
Es la gentileza la que nos permite tratar bien a los que comparten con nosotros la vida. Este
buen trato no solamente se refiere a acciones concretas que benefician al otro, sino a una
actitud interior de bondadosa compasión hacia ellos.
Ese espíritu se manifiesta en la forma en que hablamos, de manera que nuestras palabras
edifiquen, quitando Las palabras de doble sentido, lenguaje obsceno y vulgar, los
comentarios desobligantes etc la Biblia dice en Efesios 4:29 NTV
La sexta cualidad sobre la que queremos reflexionar hoy es la bondad.
Beth Moore dice: “sin gentileza, la bondad se vuelve farisaica, sin la bondad la gentileza se
convierte en una tolerancia indulgente”
La bondad se refiere a una excelencia moral que se manifiesta en obras de rectitud que
hacen el bien.
La particularidad de la bondad es, precisamente, su manifestación en buenas obras que
bendicen a muchos.
El apóstol Pablo nos invita a orar siempre en la dirección de la bondad
2ª tesalonicenses 1:11 N.T.V dice:
La reina Valera del 60 lo dice así:
“Por lo cual asimismo oramos siempre por vosotros, para que nuestro Dios os tenga por
dignos de su llamamiento, y cumpla todo propósito de bondad y toda obra de fe con su
poder,
Esta característica brilla con especial intensidad en un mundo donde la corrupción, la
mentira, la manipulación de las creencias y el engaño forman parte de la manera en que la
mayoría de las personas se mueven en la vida.
Cuando ¡NO! Nos resistimos a la corriente perversa de este presente siglo malo, nuestro
testimonio pierde poder, pues quienes nos rodean observan que existe una contradicción
entre lo que confesamos y la forma en que nos movemos en la vida diaria.
Cuando se manifiesta la bondad, sin embargo, nuestro proceder llama la atención, pues sale
de los parámetros comunes a la sociedad.
La Biblia dice en Mateo 7:17 NTV
De esta manera se vuelve a remarcar el hecho de que el fruto no es el resultado del
esfuerzo, sino la manifestación visible de la realidad invisible que gobierna el corazón
de quienes son guiados por el Espíritu.
Quienes se han abrazado a la excelencia moral que caracteriza a Dios, encuentran que esta
virtud afecta la forma en que realizan los negocios, sus compromisos impositivos y la manera
en que administran sus recursos.
Conclusión
¡En todo, aspiran a ser intachables!
Mateo 25: 21 (NTV )
¡AMEN, CRISTO VIENE PRONTO!