Iglesia Familiar de Restauración: IFRAN Bogotá Norte
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PROPÓSITO:

“Ser madre es tener una clara perspectiva del propósito de Dios para su casa”

INTRODUCCION:

A propósito del día de las madres, ¿Ud. recuerda algunas palabras de enseñanza y advertencia, que en su época nos incomodaron y nos hacían sentir mal, pero que a muchos nos han servido ya sea para nuestro crecimiento o para enseñárselas a nuestras generaciones?

Dios coloco sobre la tierra un ser que sin ser profeta era profeta. “LAS MADRES”

Mire estas palabras:

-“nos enseñó a ser previsivos” -Póngase ropa interior limpia y sin rotos por si tiene algún accidente

– “nos enseñó religión”- mejor rece para que le salga la mancha a ese tapete

-“nos enseñó lógica”-  porque lo digo yo y punto-

-“nos enseñó ironía”- siga llorando, y le voy a dar razones pa’ que llore-

-“nos enseñó a ser ahorrativos” -guarde esas lagrimas para cuando yo me muera-”

-“nos enseñó ósmosis” – cierre la jeta y coma

– “nos enseñó contorsionismo” – mírese esa mugre que tiene en el cuello –

-“nos enseñó fuerza de voluntad” – se va a quedar sentado hasta que termine la última gota de sopa.

– “nos enseñó paradojas” – le he dicho un millón de veces que no exagere.

-“nos enseñó ventriloquia” – no me rezongue, cállese, y contésteme: ¿por qué lo hizo?

 

Esas palabras, aunque un poco chistosas, podría decirse que son la manera de nuestras madres prevenirnos para un futuro.

Cuando crecemos y formamos nuestros propios hogares nos damos cuenta de la importancia de estas frases y del amor que cada una de ellas encierra.

El amor de una madre es incomparable, solo lo supera el amor que Dios tiene por cada uno de nosotros. Una madre es el ejemplo que más se asemeja al amor que Dios tiene por nosotros, pero aunque su amor sea muy grande hacia su hijo, no logra llegar al nivel del amor incomparable de Dios hacia sus hijos.

Pero Dios en su soberanía ha depositado sobre una madre un amor que permite que haga hasta lo imposible por un hijo y eso es algo que tenemos que valorar en estos días.


Dios creó a la mujer con esmero, calculando bien cada parte de ella, cada propósito en ella, para que no fuera solamente ayuda idónea, sino también imagen semejante de él y por lo tanto para que tuviera un valor tan pero tan especial en ella misma que el hombre se deslumbrará tan pronto pusiera sus ojos en ella.

Permítame leer una pequeña historia de cuando Dios creó a la mujer.

Cuando Dios creo a la Mujer ya era el sexto día de la creación. En eso llega un Ángel y le preguntó:

¿Por qué gastas tanto tiempo en esta creación?

Dios le responde: ¿Has visto las hojas de instrucciones especiales para ellas? Según las especificaciones ella tiene que ser lavable, pero sin ser de plástico. Tiene que funcionar aunque sea con agua y sobrantes de comidas anteriores. Tiene que poseer un beso que pueda curar cualquier cosa, desde una rodilla raspada hasta un corazón roto, debe Tener un regazo que pueda acomodar a cuatro niños a la vez, y todo esto lo hará solamente con dos delicadas manos. El ángel se maravilló de los requisitos -¡Solamente dos manos! -imposible…

¿Y este es solo el modelo estándar? Es demasiado trabajo para un día, espera a mañana para terminarla dijo el ángel..

¡No! Estoy tan pero tan cerca de terminarla que no puedo esperar hasta mañana, ya se ha metido tan dentro de mi corazón… sigamos con las instrucciones: Ella se cura sola cuando está enferma y puede trabajar días de 18 horas si su familia lo necesita. Pero la has hecho tan suave señor… Dijo el Ángel. Es suave dijo Dios, pero fuerte; no tienes idea de que es capaz de lograr o aguantar… ¿Será capaz de pensar??? Dijo el ángel. Dios contestó: No solamente será capaz de pensar sino también de razonar y negociar.

El ángel notó entonces algo extraño y alargando la mano tocó la mejilla de la mujer, Señor parece que este modelo tiene una fuga, te dije que estabas tratando de poner demasiadas cosas en ella. Eso no es una fuga, es una lágrima, lo corrigió el Señor. ¿Para qué sirve una lágrima? – Dijo el ángel. Las lágrimas son su manera de expresar su pena, su dicha, su desengaño, soledad, sufrimiento… ¡¡¡Esto impresionó al ángel… Señor la mujer es verdaderamente maravillosa!!!

Lo es, la mujer tiene fuerzas que maravillan a los hombres, aguantan dificultades, llevan grandes cargas, e incluso en su vientre crearé la vida. Sonríen cuando quieren gritar y cantan cuando quieren llorar. Lloran cuando están felices y ríen cuando están nerviosas. Luchan por lo que creen y se enfrentan a la injusticia, y no aceptan un no por respuesta cuando hay una solución mejor.

Se privan para que su familia pueda tener, aman incondicionalmente, lloran cuando sus hijos triunfan…

Su corazón se rompe cuando muere una amiga y sufren con la pérdida de un ser querido.

Sin embargo son fuertes cuando piensan que ya no hay más fuerza. Pero hay un defecto en la mujer… Se le olvida cuánto vale… Ustedes no pueden olvidarse de lo valiosas que son

Ser madre, es uno de los privilegios más grandes que Dios les ha dado a las mujeres, pero requiere de mucho amor, dedicación, entrega, y estar conscientes de que es para siempre.

 

¡!“DALE UN FUERTE ABRAZO A ESAS MAMÁS”!!

Y si no están a su lado por alguna razón dígale “gracias, MAMÁ

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Hoy queremos agradecer a todas las mamás por la tarea tan difícil que hacen y muchas veces sin ser valoradas. Ustedes son muy importantes. Sin ustedes, nada sería posible. Ustedes brindan consuelo, estabilidad para toda la familia. Ser mamá es una de las tareas más sublimes dentro del hogar y Dios las ha escogido porque sabe que es a través de ustedes que el verdadero amor hacia los esposos y hacia los hijos, es conocido.

En la Biblia hay un texto que tiene una tremenda conexión entre lo que las madres nos enseñan y lo que ahora creemos de Dios.

Lectura del texto: Salmo 22:9-10

Fíjese que el salmista no habla de la fe que recibió en las rodillas de su papá. No, el salmista nos está hablando de la profundidad de su fe cuando estaba con su madre.

Dios ha puesto una conciencia en nosotros para monitorear nuestro comportamiento. Esa conciencia es como un termostato, pero aparentemente las mamás nos ayudan a configurarlo.

Hay cosas que los hijos solo aprenden de sus mamás y que NO pueden aprender en otro lugar.

Acá en el salmo 22, el salmista nos habla de la influencia tan grande que su mamá ejerció sobre él. Hay un grito de angustia dentro de él. La vida había llegado a ser insoportable para él. El rechazo y el desprecio eran para el como su pan diario. Había visto y experimentado las injusticias de la vida. Y finalmente había llegado al punto de creer que Dios ya NO estaba cerca de él. Pensó que quizás Dios lo había abandonado.

Estaba desesperado y….se le estaba derrumbando el mundo. Pero, en medio de todo ese maremágnum, él recuerda las lecciones que aprendió de su madre.

Veamos algunas cualidades que Dios derramo en una madre

PRIMERA CUALIDAD

Las madres ayudan a generar esa confianza en los hijos que nos ayudarán más adelante en nuestro caminar con Dios. ….Las madres generan confianza!!!!

Hoy en día necesitamos hijos seguros y confiados en un mundo que lo único que ofrece es inestabilidad e incertidumbre. Dios quiere hijos e hijas que confíen en El, que sean como árboles plantados junto a las aguas, que echen raíces, que aún si viene el calor de las pruebas de esta vida, no desfallezcan porque están seguros en Dios. Que en el año de la sequía no se fatiguen y que siempre LLEVEN MUCHO fruto.

La confianza en Dios es un acto espiritual y la confianza en una madre es un acto emocional.

La confianza que brindan las madres lleva a los hijos a confiar en Dios.

SEGUNDA CUALIDAD

Una madre enseña a sus hijos en la búsqueda de Dios

Isaías 55:6-7 dice: (verde) dice “Busquen al SEÑOR….

Las madres enseñan a buscar a Dios para que los hijos lo puedan hacer individualmente; con un espíritu de arrepentimiento; confiando en su misericordia; y sin demora.

 

TERCERA CUALIDAD

Una madre instruye a sus hijos para que se apoyen en Dios

Ella lo formó para que se apoyara en Dios, para que fuera su esperanza y fortaleza. Que se apoyará en Dios y no en su propia prudencia.

¿En que se están apoyando nuestros hijos hoy en día? Muchas veces en TODO menos en Dios.

¿Usted quisiera que sus hijos impactaran este mundo? SI?, tenga en cuenta que el impacto puede ser positivo o negativo, dependiendo de lo que usted haga con ellos.

CUARTA CUALIDAD

Una madre encomienda sus hijos a Dios

El salmista deja entrever que a causa de haber hecho esto, el fue guardado de caer a lo más profundo del desespero y de haber terminado tal vez con su vida. Cuantas veces las mamás no han experimentado estas situaciones con sus hijos, Incluso, mamás con poco o ningún conocimiento de Dios, de una u otra manera han encomendado a sus hijos para que sean protegidos. Muchas veces desde pequeños se les dicen cosas tales como: Con Dios me acuesto, con Dios me levanto, que la Virgen Santísima lo tape con su manto, y lo libre de miedo y espanto Amén, o…. como dice el salmo 4:8 (café)

Madres, ojalá nunca se olviden de encomendar la vida de sus hijos al Señor. Recuerden que aún Jesús dijo: “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”. 

Si Jesús lo hizo, cuánto más deberíamos hacerlos nosotros en éste mundo cruel que no nos ofrece ninguna garantía.

Solo en las manos del Señor podemos estar confiados. Cada vez que una madre encomienda sus hijos al Altísimo, está segura de que Dios puede hacer mucho más de lo que ella en sus fuerzas haría.

A lo largo del salmo 22, el autor nos muestra la importancia de las enseñanzas que recibió;

¿Cómo este hombre pasa del desespero y la angustia a una actitud de alabanza y adoración?

PORQUE SU MAMÁ LE ENSEÑÓ ACERCA DE DIOS.

  • Ella le enseñó que Dios es poderoso y digno de ser alabado. Versículo 3 dice: Pero tú eres santo,tú que habitas entre las alabanzas de Israel.
  • Ella le contó lo que Dios había hecho por otros en el pasado. Versículo 4-5: En ti esperaron nuestros padres;esperaron y tú los libraste.Clamaron a ti y fueron librados;confiaron en ti y no fueron avergonzados.

Esa es la ventaja de una madre que teme y obedece a Dios. Ella inculca la fe en sus hijos. Y es esa fe la que les da a los hijos el valor y la esperanza cuando la vida se torna difícil.

El Señor Jesús dijo en juan 16:33: “En el mundo tendréis afliccion….

Y cuando esas aflicciones vengan, nosotros (los hijos) tendremos que manejar el desánimo y la desesperanza por nuestra propia cuenta……bueno, solamente con Dios.

Y para eso es que las madres temerosas y obedientes a Dios preparan a sus hijos.

Hijos: ¿Que tanto valoras a mamá? Esposos: ¿Qué tanto valoramos nuestras esposas?

Madres: Son de gran valor y estima para Dios y para nosotros.

Creo que todos sin excepción hemos renegado de los que las mamás nos dicen: Por la comida, la ropa, la música, los amigos, las tareas, etc.

Ah, y nos impusieron reglas a la fuerza. Gracias a Dios se impusieron a la fuerza, gracias a Dios hoy puedo darle las gracias por lo que hizo. Me evitó tantas cosas negativas, tanto sufrimiento, tanto pesar. Dios no se equivoca, cuando pone mamás en nuestra vida.

El sabe qué necesitamos aun antes de nacer, El tiene control de todo. Su propósito es que seamos gente de bendición, que vivamos obteniendo una constante victoria, que no solo adquiramos la inteligencia o la ciencia que nos ofrece el mundo, sino que todo esto sea complementado con la sabiduría que viene de lo alto y que en la mayoría de las ocasiones son transmitidas a través de las instrucciones de nuestras madres. Reflexiona, da gracias, puede ser que hoy no entiendas el motivo de alguna reprensión, pero Dios sabe lo que hace, pues después de Él, tu mamá es una de las personas que más te ama en el mundo. Bendícela con tu obediencia.

Madres, para esta hora han llegado, para este tiempo nacieron, en Sus propósitos eternos están. Son amadas y recibirán su recompensa. Al igual que la reina Ester quien fue escogida para salvar a su pueblo, ustedes han sido escogidas por Dios para guardar y proteger sus hijos, sus esposos, sus familias. Una mujer que honra y obedece a Dios, es honrada por El.

Gracias a todas ustedes por soportar nuestra necedad, impaciencia, temperamento y terquedad.

Gracias por cada comida que con tanto amor preparan, a pesar de estar muchas veces cansadas o enfermas. Aun así, lo hacen con amor.

Gracias por ser nuestras confidentes, por escucharnos, cuidarnos y amarnos y decirnos que estábamos equivocados o estábamos en lo correcto.

Gracias por las noches que no pudieron dormir por cuidarnos cuando estábamos enfermos, y por orar por nosotros.

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