PROPÓSITO: “¡Si Dios es conmigo; quien contra mí!, y eso incluye mi lucha diaria contra el pecado que me asedia”

INTRODUCCION:
el domingo pasado hablamos sobre las preocupaciones y cuando estas superan el reino se convierte en una herramienta de Satanás para alejarnos de Dios y mis queridos, todo lo que nos aleja de Dios es pecado y cuando el cristiano no vence ese pecado suceden 2 cosas: 1- se vuelve recurrente y 2- se vuelve cultural y le agregaría una tercera: se convierte en lascivia espiritual y la lascivia espiritual es el abuso de la gracia.
Para entender la seriedad de la advertencia, necesitamos comprender el significado de lascivia. Este término abarca a todas las variedades concebibles del pecado. En términos literales, lascivia significa “falta de disciplina moral, rechazo a las normas aceptadas de la moral”. La palabra proviene del latín “lascivia,” que significa pasión suelta, desbocada y codicia. Significa permisividad, desorden, el abandono de todos los frenos. También representa a todo lo sucio, degradante, lujurioso y obsceno.
El Señor Jesús llamó a la lascivia un pecado del corazón: “que lo que del hombre sale eso contamina al hombre. Porque de adentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la calumnia, el
orgullo e insensatez” (Marcos 7:20-22).
La victoria sobre el pecado está basada en una sola palabra “RECONOCERLO” y proceder al arrepentimiento que incluye, confesión y cambio de actitud. Es una lucha sin cuartel, es a todo momento, a cada instante, en cada circunstancia. “es declararte frontalmente enemigo del pecado que te asedia.
Existen en nuestra vida cotidiana “espejos” que nos confrontan con nuestro propio pecado y cuando nos sentimos descubiertos utilizamos una frase de cajón: “ME ESTÁN MALTRATANDO”, pero cuando reconocemos y nos arrepentimos, el espíritu Santo de verdad nos capacita para recibir las promesas de Dios que ÈL tiene ya preparadas de antemano para cada uno de nosotros conforme a su palabra.
Mi hermano querido déjeme decirle algo: algunos creen que cuando pecan el Espíritu sale y lo espera a fuera del lugar del pecado; cuando eres nueva criatura el espíritu mora en ti, y cuando pecas, lo contristas y si no te arrepientes lo apagas.
2 DIOS es OMNISCIENTE, ÈL todo lo sabe, el conoce hasta la intención del pensamiento y sabe que es bueno para cada uno de nosotros ÉL ya tiene para cada uno de nosotros bendiciones, esto es para los que obedecen a su
palabra y se sujetan a ella.
Lectura del texto: Romanos 8:12- 16.
Todos los domingos, los cristianos se reúnen en la casa de Dios para adorar, escuchar su palabra y disfrutar de la hermandad. Con todo, muchas de esas personas de apariencia piadosa llevan vidas ocultas llenas de lujuria, adulteran, Fornican, tienen aventuras amorosas, alimentan su adicción a la pornografía. Yo me pregunto: ¿cómo un creyente que ha recibido la mente de CRISTO podría seguir haciendo tales cosas? consideremos la profecía de Apocalipsis 12. Nos dice que un demonio enfurecido invadirá la tierra durante los últimos días para seducir al pueblo de Dios: VER 12-15 (AZUL) “El diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo. Y cuando
vio el dragón que había sido arrojado a la tierra, persiguió a la mujer que había dado a luz al hijo varón… Y la serpiente arrojó de su boca, tras la mujer, agua como un río, para que fuese arrastrada por el río”
Este pasaje describe el ataque de Satanás al pueblo de Dios en estos últimos días. El diablo va a expulsar un flujo de inmundicia tan grande y poderoso, que desviará inclusive a muchos de los elegidos de Dios. 2ª Timoteo 4:1-4 (azul)
No quiero llenarlos de pánico, mi objetivo es que usted examine el tipo de evangelio en el que cree. Esto involucra su concepto de gracia. Quiero que pruebe si permitirá que entre en su corazón cualquier tipo de falsa doctrina acerca del significado de la gracia de Dios. A fin de cuentas, ésta puede ser una cuestión de vida o muerte.
El diablo probablemente no tenga interés en engancharlo a las cosas sucias. Quizás él sepa que usted no puede ser tentado a cometer pecados vulgares. Sin embargo, si él puede pervertir su concepto de la gracia –si él puede lograr que usted vea la gracia como una excusa para la permisividad—entonces puede llevarlo camino a la esclavitud. Pronto estará haciendo cosas que nunca hubiera concebido. Y lo peor, le habrá vendido la mentira de que no hay problema en complacer a su codicia.
El apóstol Pablo sigue previniendo a su Discípulo Timoteo y le dice: 2ª Timoteo 4:5
En los anteriores versículos del capítulo 8 de Romanos el apostol Pablo ha señalado:
1. Que los creyentes (Verdaderos) ya no se encuentran bajo condenación.
2. Que han sido libres de la ley del pecado y de la muerte.
3. Que ya no están bajo la dominación del pecado.
4. Que ahora andan por el Espíritu.
5. Que tienen mentes ocupadas de lleno en el Espíritu.
6. Que tienen vida y paz por medio del Espíritu.
¡ESTO ES LA GRACIA!, si usted tiene una comprensión genuinamente bíblica de la gracia, el enemigo no lo puede engañar. Nunca podrá seducirlo para llevarlo a la lascivia. De modo que, ¿cuál es la auténtica gracia bíblica?
La auténtica gracia bíblica es poder del Espíritu Santo para vivir una vida santa y luchar contra la impiedad.
La Biblia dice en Tito 2:11-13 la gracia bíblica siempre produce en la vida de un creyente dos características:
1) Una expectación y un anhelo por la segunda venida del Señor, y
2) un temor y una reverencia santa hacia el Señor. Estos dos frutos de la obra de la gracia son inseparables. Sencillamente no podemos poseer uno sin el otro.
PHILIP YANCEY autor de un libro espectacular que se llama “Gracia Divina Vs Condena humana” dice algo aterrador: “donde el Diablo logra poner sus huevos de Cuclillo, (Los cuclillos, también conocidos como cu-cos por su canto, incluyen a varias especies de pájaros parásitos que ponen sus huevos en los nidos de otros y dejan en manos de otros
la responsabilidad –y la carga– de criar a sus polluelos). Es en los nidos piadosos….. el sulfuroso hedor del infierno no es nada, comparado con el mal olor que se desprende de la gracia divina cuando esta se pudre”
Ahora bien, como hijos de Dios, habitados por el Espíritu, los creyentes somos deudores, no a la carne para que vivamos conforme a la carne.
Vivir conforme a la carne equivale a ser gobernado y controlado por todas las inclinaciones que esta produce (Gálatas 5:19-21) (roja).
Gracias a la obra salvifica de Cristo en la cruz a favor nuestro, la carne pecaminosa ya no reina sobre nosotros para debilitarnos y arrastrarnos a lo más profundo de la depravación en que estábamos en otro tiempo.
Ya no hay ninguna condenación para el creyente; pero la obligación y la deuda del cristiano ya no es con la carne sino con el Espíritu.
Contamos con los recursos del Espíritu de DIOS en nuestro interior para resistir y hacer morir las obras de la carne.
Un teólogo escocés escribió:
“Si no matas al pecado, El pecado te matará a ti”.
A veces puede suceder que un cristiano recaiga en algún hábito carnal, y veces la carne impida avanzar y trate de quitarnos el gozo. Lo más importante es que tengamos claro quiénes somos en Cristo Jesús Señor Nuestro
El Espíritu Santo que permanece en nosotros, nos impulsa en un deseo genuino de obedecer y agradar a Dios.
Pero ¿Cuál es el propósito del diablo al traer un espíritu de ligereza? Es hacerle creer que el Señor no es severo frente al pecado.
Satanás quiere que usted piense que no hay ira en el Señor, que su gracia cubre todo juicio justo. De modo que, a veces, escuchará al enemigo susurrar, “No te preocupes por tu lujuria. Hay abundante misericordia y perdón en el Señor.” Esto es cambiar completamente el significado Bíblico de la gracia y convertirla en lascivia.
Mientras el creyente se encuentre en este cuerpo terrenal, estará sujeto a los ataques de la carne y tendrá la necesidad constante de hacer morir el pecado y vivir en y para su nuevo soberano, El señor Jesucristo.
Hay un dicho, no sé si es paisa que dice: ¡EL QUE ESCUPE PA RRIBA A LA CARA LE CAE!; hay cristianos que se jactan de su espiritualidad y hacen alarde de ella, a estos es a los que Satanás mas busca para sarandiarlos como a trigo.
4 Satanás sabe que en esa mediática Espiritualidad van a clamar a Dios cada vez que pecan, y sabe que siempre van a recibir el perdón de Dios. De modo que mientras tengan alguna medida del temor de Dios en su corazón, él no puede atarlos a ninguna lujuria o pecado.
¿Cómo, entonces, es que el enemigo eventualmente atrapa a un siervo de Dios? ¿Cómo recluta a aquellos que han conocido la gracia genuina?, ¡los arma con un evangelio falso!
Mire le digo algo; la única manera en que el diablo le puede atar a un pecado es vendiéndole una mentira. En resumen, tiene que convencerlo que su mentira es la verdad. Y él lo hace con frecuencia convenciendo a los cristianos de que todavía pueden aferrarse a la gracia de Dios aunque sigan deleitándose en el pecado. Puede que usted objete, “¿Cómo es que Satanás puede convencer a un cristiano verdadero de que está bien pecar? Nunca podría creer que Dios pase por alto o excuse mi pecado.”
Satanás vende su mentira persuadiendo a los cristianos de que la gracia es como un río interminable de perdón. Nos susurra, “Puedes regresar cuando quieras al pecado siempre que también regreses al altar. ¿No dijo Jesús que debemos perdonar a los demás por lo menos 70 veces 7? Seguro que tu amoroso Salvador te perdonará muchas veces más.
Mientras tengas un corazón arrepentido y te lamentes por tus pecados, no te pasará nada.
Puedes entregarte a tu lujuria mil veces, que él te las perdonará todas.” Esto suena tan pero tan cercano a la verdad. En efecto, no hay límites para el perdón de Dios para aquellos que se acercan con un corazón verdaderamente arrepentido. De modo que esta declaración es verdadero evangelio en un 95%. Sin embargo, el otro cinco por
ciento es veneno puro que eventualmente destruirá su alma. Él “cinco por ciento” de mentira de Satanás sobre la gracia es la levadura demoníaca que arruina todo el pan.
La palabra de Dios ofrece muchas ayudas para evitar y matar el pecado en sus vidas.
1. Es imperativo reconocer la presencia del pecado en nuestra carne.
Sino admitimos que pecamos, nos engañamos a nosotros mismos y nos hacemos todavía más susceptibles a su influencia. No podemos tentar la tentación, y por mi propia experiencia de vida os digo, nunca pretendas decir “yo puedo vencer la tentación”, ella es sutil y más inteligente que tú: “te seduce, te embriaga, te hace pensar que estas venciéndola y te tranquiliza y luego como el gato a su presa te traga entero”
Todo cristiano siempre está expuesto, por eso el Apóstol Pedro dice en 1ª Pedro 2:11, Si no fuera así ¡¿Para que esta advertencia?¡
2. Tener un corazón firme con Dios
Cuando conocemos y obedecemos la palabra de Dios, estamos construyendo y fortificando al mismo tiempo nuestras armas defensivas y ofensivas en contra del pecado.
3. Meditar en la palabra de Dios.
Muchas de las verdades de la palabra de Dios se tornan claras cuando pacientemente escudriñamos, estudiamos las escrituras Esdras 7:10
El salmista dice en 119:11. En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti.
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4. Tener (ayuda), comunión permanente con Dios en “oración”.
Que difícil resulta esta parte para muchos ¿Verdad?
La Biblia dice: Sed, pues, sabios, velad en oración.
La oración verdadera contiene por lo menos 4 elementos.
1. Confesión – pecado.
2. Adoración – En Espíritu y verdad, por lo que El es.
3. Suplica – Intersección.
4. Acción de gracias – Por lo que El ha hecho y hará por nosotros.
5. LA Manera de hacer morir el pecado en nuestras vidas es: “PRACTICANDO LA
OBEDIENCIA A DIOS.”
Hacer su voluntad aun en lo que consideramos pequeñeces; esas pequeñeces son el entrenamiento para los hábitos que nos harán resistentes en los tiempos de tentación.
Recuerde que por el poder del Espíritu que mora en vosotros, tenemos la capacidad de resistir con éxito y destruir el pecado en nuestras vidas. 2ª Co. 10:4 (café) dice: Ser controlados por el Espíritu de Dios es algo que viene como resultado de ser obedientes a su palabra.
La vida llena del Espíritu no se caracteriza por tener experiencias místicas, sino por estudiar y someterse a las escrituras.
Saturar nuestra mente y nuestro corazón con la verdad.
¡!AMEN!!