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El valor del Arrepentimiento “DISCÍPULOS QUE LLEVAN FRUTO” Parte 4/4

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Introducción

He venido desarrollando una serie sobre el ARREPENTIMIENTO

En la 1ª parte toque el tema sobre qué es y que no es el arrepentimiento:

El significado completo y literal de la palabra “arrepentimiento” en el Nuevo Testamento es “sentir remordimiento y reproche propio por los pecados contra Dios; es estar contrito, dolido; el querer cambiar de dirección.” 

y concluí:

Después de haber entendido la importancia que implica arrepentirse de los pecados no podemos postergar bajo ninguna circunstancia el acercarnos a Dios arrepentidos y humillados pues sólo en Él podemos encontrar la dicha, el gozo y la salvación que el mundo no nos puede dar.

En la 2ª parte hable sobre las evidencias de un verdadero arrepentimiento

Los frutos dignos de arrepentimiento se muestran de una manera práctica. 

Dejas de mentir, de sobornar, de murmurar, de juzgar,  de hacer cosas deshonestas.

En la 3ª parte hable sobre entrar por la puerta estrecha

La Biblia es nuestro dogma y en ella encontramos todos los lineamientos de vida, que nos llevan a ser piedras vivas y no piedras de tropiezo.

  • Despojarse del viejo hombre 
  • Vestirse del nuevo hombre. 
  • Renovarse en el espíritu de nuestra mente 
  • Desechar la mentira y hablar la verdad. 
  • Airaos, pero no pequéis 
  • No utilizar la boca para el mal, sino para el bien 
  • Quitar todo tipo de actitud y acción desagradable 
  • Andar en amor.

En esta última parte me gustaría analizar con Uds. la parábola del sembrador, estoy seguro que nos mostrará cómo ser Discípulos que lleven mucho fruto



MARCOS 4:3-8

El arrepentimiento genuino lleva mucho fruto, esto es ESTILO DE VIDA

Vamos a ver a fondo una de las parábolas de Jesús, la que conocemos como La Parábola del Sembrador. Recordemos que una parábola es la narración de un suceso cotidiano para conocer una verdad espiritual.

En esta parábola, Jesús habla de cuatro tipos de personas que escuchan el mensaje del Evangelio. Todos escucharon el mismo mensaje, pero sólo uno dio fruto. 

Esto muestra que “llevar fruto no depende del mensaje, sino del corazón”. Se espera que luego de escuchar, las personas se arrepientan genuinamente, experimenten una verdadera conversión, nazcan de nuevo y lleven mucho fruto. Frutos dignos de arrepentimiento 

Jesús explica esta parábola a partir del versículo 14 del mismo capítulo; así que veremos la explicación junto con la parábola, empezando en el versículo 1 para entender el contexto.

 

LAS Multitudes

Comenzó Jesús a enseñar de nuevo junto al mar; y se llegó a Él una multitud tan grande que tuvo que subirse a una barca que estaba en el mar, y se sentó; y toda la multitud estaba en tierra a la orilla del mar. Les enseñaba muchas cosas en parábolas. 

Notemos cómo dice que llegó a Él una multitud. Eran tantos, que Jesús se subió a una barca para predicarles desde allí. Aunque se trata de una multitud, la parábola nos indica que no todos reciben el Evangelio realmente, sino sólo un grupo de personas. La presencia de muchas personas oyendo un mensaje no significa que hay un “avivamiento.”

 

Las multitudes no garantizan nada acerca de la conversión

En el versículo 14, Jesús explica que “El sembrador siembra la palabra“, es decir, en ese caso el sembrador era Jesús. Hoy, el sembrador soy yo mientras escribo este mensaje. Mañana puede ser usted mientras predica el Evangelio.

Duros de Corazón

El primer grupo de personas que menciona Jesús está simbolizado por la semilla que “cayó junto al camino, y vinieron las aves y se la comieron.” En el versículo 15, Jesús explica que “son aquéllos que en cuanto la oyen, al instante viene Satanás y se lleva la palabra que se ha sembrado en ellos” para que no produzca fruto 

 

Las veredas son los caminos que los sembradores caminaban para atender los campos; por las pisadas el terreno se volvía duro. Esto simboliza a las personas que han endurecido su corazón por causa de los sufrimientos de la vida. “Que se traduce en amargura” 

Esta larga cuarentena es un reto para el creyente, en esta el discípulo maduro evidencia el gozo y la paz que produce el verdadero arrepentimiento aun en las dificultades más adversas.

En el evangelio de  Mateo, dice que estas personas son las que oyeron “la palabra del reino y no la entiende(n).” 

 

¿Por qué no la entienden? 

Las palabras de Jesús a veces ofenden el pensamiento natural y sólo los nacidos de nuevo las entienden. Estas personas oyeron la Palabra, pero decidieron no creerla con el corazón. De alguna manera dicen: Me quedo con el humanismo y la religión antes que tener una relación de amor con Jesús.

 

Superficiales y Emocionales “de corta duración”

El siguiente grupo de personas mencionado por Jesús es el de las personas cuyo corazón está más blandito que el de los primeros, pero que por debajo es duro. 

En varias ocasiones les he hablado del jardín de mi casa, pues les cuento que hace buen tiempo, sembré un pino libro, muy bonito, paso el tiempo y no creció más, empezó a tornarse como de color café, ¡se quemó!. Un día decidí arrancar ese pino para ver porque se había quemado, pensé que tendría chiza o mojojoy, es un animalito que se come la raíz de la mata; y no tenía nada, la raíz estaba bien. Al escarbar en el hueco, ¿saben que me encontré?, ¡rocas!, por eso se secó, no tenía para donde echar más raíces.

 

Según la explicación de Jesús en los versículos 16 y 17, “los superficiales y emocionales” son “los que al oír la palabra enseguida la reciben con gozo; pero no tienen raíz profunda en sí mismos, sino que sólo son temporales.” 

Son personas que al escuchar el Evangelio se emocionan y dicen “¡Qué bonito, esto es lo que yo necesitaba! Voy a seguir a Cristo.” Van a la iglesia, cantan, ofrendan y se involucran, pero son cristianos de corta duración. El versículo 17 dice que “cuando viene la aflicción o la persecución por causa de la palabra, enseguida se apartan de ella.” 

La palabra griega que se usa allí como ‘aflicción’ habla de ‘estrechez’

Cuando viene, por ejemplo, la estrechez económica, dejan de ir a la iglesia. Cuando reciben burlas o presiones de los que no son creyentes, también. Cuando hay persecución, dejan la fe. Déjeme le pregunto: ¿Por qué cuando ud tiene alguna situación la primera decisión es la iglesia? ……………………………

¡Porque usted no está convencido genuinamente que Dios es suficiente, la palabra de Dios dice en filipenses 4:19.

“Porque ayudarle a Dios a hacer la voluntad de Dios, no es la voluntad de Dios”

 

En el tercer caso

La semilla “cayó entre espinos” y aunque la germinación fue perfecta y el crecimiento bueno, las espinas la oprimieron de tal forma que no llevó fruto. Cuando la semilla se sembró, el terreno parecía estar bastante limpio, pero allí estaban las semillas de los espinos que “nacieron juntamente ella”

Es una ilustración de las muchas cosas que tratan de desplazar a Cristo del lugar supremo que le corresponde y que ahogan su Palabra. 

Los intereses y las preocupaciones: personas ansiosas, nerviosas, siempre en tensión, constantemente preocupadas por las cosas de la vida: ¿qué comeremos? ¿Qué beberemos? ¿Con qué nos vestiremos? Las riquezas: Personas interesadas por enriquecerse, buscando entretenimientos y placeres. Notemos que Jesús se refiere a ellas como “el engaño de las riquezas”. Lo que muestra la naturaleza engañosa de las riquezas, que siempre ofrecen satisfacer y nunca llegan a cumplir su promesa. 

El deseo de otras cosas: Gente inquieta, yendo siempre de un lado a otro, incapaces de permanecer mucho tiempo en un mismo sitio como para echar raíces, sin rumbo fijo, de una experiencia a otra. Mientras que el sol seca rápidamente los tallos tempranos que surgieron en los pedregales, los espinos ahogan lentamente la espiga.

 

Y En el último caso 

Encontró el terreno bien preparado, y no sólo germinó sino que creció y dio su fruto plenamente, bien que con diferencias de rendimiento: “y produjo a treinta, a sesenta, y a ciento por uno” (Mr 4:8). Se trata de personas que escuchan la Palabra con un corazón deseoso de conocer y hacer la voluntad de Dios, y en estas circunstancias, siempre produce fruto.

 

Aunque mucho del trabajo parece ser en vano y sin éxito para los ojos humanos, el Reino de Dios ha de ir adelante conforme a los propósitos de Dios. Nuestro siglo, al igual que el primero, se caracteriza por fracasos al igual que por éxitos en la obra cristiana. 

La obra misionera, la plantación de iglesias, la iglesia local, los grupos de vida.

El que haya personas que rechazan nuestros esfuerzos por esparcir el Evangelio no debe frustrarnos a tal grado que nos demos por vencidos. No olvidemos que el Señor también pasó por lo mismo.

La manifestación de la vida auténtica se evidencia por el fruto. Aquellos que afirman haber recibido la Palabra de Dios, deben comenzar inmediatamente a evidenciar el fruto del Espíritu de Dios, es decir, “amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza” (Ga 5:22-23). Jesús dijo: “por sus frutos los conoceréis”.

 

Si no hay fruto, tampoco podemos afirmar que haya nueva vida. Esta es la clave para entender la parábola. La meta es llevar mucho fruto. 

No todos los cristianos experimentan el mismo grado de fructificación, porque tampoco todos los cristianos son igualmente fieles, leales, valientes, humildes, consagrados… al Señor.

 

La importancia de la perseverancia

La perseverancia es junto con el fruto la otra marca del cristiano verdadero. Aquellos que cuando viene la aflicción o la persecución se apartan, nunca llegan a llevar mucho fruto, que como acabamos de ver, es la evidencia de haber recibido correctamente la Palabra. En la parábola del sembrador tal como aparece en el evangelio de Lucas, dice:

“Más la que cayó en buena tierra, éstos son los que con corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y dan fruto con perseverancia.” (Lc 8:15)

 

Nuestra responsabilidad

La parábola trata sobre nuestra responsabilidad frente al mundo y nos enseña que tenemos el deber de predicar la Palabra con fidelidad. Cada creyente y cada iglesia deben tener una visión evangelizadora. 

La respuesta de las personas no es nuestra responsabilidad, sino que depende enteramente de ellos. Nosotros no tenemos capacidad para convertir a las personas, sin embargo, muchas veces nos culpamos a nosotros mismos y creemos que la solución está en cambiar el método. Pero no debemos olvidar que sólo hay una forma correcta de evangelizar, y es predicando la Palabra. La Biblia dice en hechos 2:46-47

Y por otro lado, no debemos animarnos o desanimarnos en función de los resultados obtenidos, sino en función de si hemos cumplido con nuestra responsabilidad de predicar la Palabra.

 

Y ahora debemos preguntarnos ¿qué somos? ¿En qué clase de oyentes debemos clasificarnos? No olvidemos nunca que hay tres maneras de oír la predicación sin provecho, y sólo una de oírla con ventaja.

Una persona puede cambiar. Quizá por mucho tiempo ha sido “pedregales”, pero esa situación es reversible si así lo desea.

No olvidemos nunca que sólo el fruto que se produce con perseverancia es el signo infalible de haber sido oyentes de corazón. Ser estéril es encontrarse en el camino del infierno.



conclusion

Quiero terminar mi prédica de hoy con un desafío que te ponga a meditar en estos tiempos “Mateo 7:21-23”

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Predicaciones por el Pastor César Muñoz Iglesia Familiar de Restauración IFRAN

El valor del Arrepentimiento “DISCÍPULOS QUE LLEVAN FRUTO” Parte 4/4

📖 Marcos 4:3-8

🗓08 de Diciembre de 2024