El apóstol Pablo nos dice que todos los creyentes han muerto con Cristo y ya no viven para sí mismos. Nuestras vidas ya no son de este mundo; ahora son espirituales. Nuestra “muerte” es la de la vieja naturaleza pecaminosa que fue clavada en la cruz con Cristo. Fue sepultada con él, y así como él fue resucitado por el padre, así también nosotros somos levantados para “andar en vida nueva”. Esa nueva persona que fue levantada es la que Pablo menciona en el texto como la “nueva criatura”.

Pero………… ¿Qué es estar en Cristo?

Estar en Cristo consiste en vivir como él, imitarlo en todas las áreas. Es pensar como él, la Biblia dice en 1ª Corintios 2:16 N.T.V, es hacer lo que él hacía. El que está en Cristo no teme al maligno ni teme al problema, El que está en Cristo soporta la prueba, vence la tentación y la rechaza, el que está en Cristo no da lugar al enemigo en su vida; no deja puertas abiertas. El que está en Cristo no vuelve a ser el mismo, ¿sabe por qué? Porque tiene clara su posición, pasó de estar muerto a tener vida en abundancia, pasó de una vida miserable a ser santo, paso a ser un ganador sin hacer nada, paso a ser hijo del rey, porque fue adoptado por amor. Nueva criatura es.

El que ha aceptado a Jesús como Salvador, ha comenzado una nueva vida. De la misma manera que una criatura se va formando en el vientre de una madre, así el creyente va creciendo y va experimentando un nuevo nacimiento. Es decir que, cuando llegas a Jesús y le recibes, comienza una nueva vida. Ese crecimiento debe ser progresivo en el aspecto espiritual y emocional. 

El profeta Ezequiel dice en su libro en el cap. 11:19-20 N.T.V “Las cosas viejas pasaron…”

Lo “viejo” se refiere a todo lo que es parte de nuestra vieja naturaleza, el orgullo natural, el amor al pecado, la confianza en las obras, y nuestras opiniones, hábitos y pasiones pasadas. Más importante aún, lo que amábamos ha muerto, especialmente el máximo amor a mí mismo y con ellos la jactancia, la auto-promoción y la auto-justificación.

¿Cuál es tu situación? ¿Cómo vives?, ¿lamentándote de lo que pudo haber sido y no fue?, ¿esperando la conmiseración de las personas?, pensando que el mundo está en deuda contigo ¿y que son los demás los que tienen la culpa de que estés como estás?

La nueva criatura pone su mirada en Cristo en lugar de verse interiormente a sí mismo. Las cosas viejas murieron, se clavaron en la cruz con nuestra naturaleza pecaminosa.

¿Por qué traer a la memoria lo que Cristo ya limpió, lo que él ya borró y sacó de nosotros? Mi amado si recordamos lo pasado, que sea para glorificar a Dios por habernos rescatado, por habernos transformado; ¡NO! para volver atrás.

Uds. recuerdan la historia en la Biblia de La mujer de Lot, que miró atrás, y se convirtió en una estatua de sal. ¿Por qué?, porque no obedeció las indicaciones del angel de Jehová. Cuidémonos de no mirar atrás. Miremos hacia adelante, miremos a la cruz, donde el Señor Jesús venció. el apóstol pablo dice en la carta a los Romanos 12:2 “he aquí todas son hechas nuevas”.

Si tienes clara tu posición tu situación naturalmente cambiará, porque tienes la mente de Cristo, porque ves las cosas desde otra perspectiva, porque ya los problemas y las situaciones no son tu Goliat, ¿recuerda la historia de David y Goliat?

¿Quién era Goliat?, era un campeón, no era cualquier cosa, ¿cuánto media? Seis codos y un palmo, esto es casi 3 metros, su indumentaria y armamento eran muy pesadas.

Estaba convencido que en Israel no había nadie como el por eso el filisteo les hizo la propuesta 1º Samuel 17:8-9

Recordemos que ese gigante atormentaba al ejército judío todos los días, y el ejército con su rey Saúl estaban llenos de miedo. ¡¡¡Situación!!!

¿Quién era David? El menor de ocho hermanos, pastor de ovejas, no militar como sus tres hermanos mayores. De estatura normal, joven y de bonito parecer dice la Biblia.

¿Y que hizo David?, cap. 17:26,32,37,45-47, ¡¡¡Posición!!! 

¿Cuál fue la posición de David? Convencido que su Dios Jehová de los ejércitos estaba con él, y ¿cuál fue su situación? – “Vencedor”