Una visión deformada
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Introducción
En este siglo 21, la época más alta de la tecnología, donde se reemplaza la mano de obra por manos robóticas, ¿usted ha hecho un alto en el camino y a ha evaluado cuál es su cosmovisión?
Definamos ¿Qué es la cosmovisión?
Los autores coinciden en que la cosmovisión es el modo de percibir el mundo que nos rodea, cómo entender la vida cuando esta nos golpea, porque nadie carece de una visión del mundo.
Una cosmovisión es el conjunto de opiniones y creencias que conforman la imagen o concepto general del mundo que tiene una persona, época o cultura, a partir de la cual interpreta su propia naturaleza y la de todo lo existente.
¿Ud ha escuchado que los ojos son el espejo del alma?
¿Alguna vez usted escuchado que de la forma como tú miras determinara el valor que le des?
Se considera al ojo como la ventana por el que entra la luz a todo el cuerpo.
El estado de la ventana decide la cantidad de luz que entra en la habitación. Si la ventana está diáfana (quiere decir dejar pasar la luz en su gran totalidad, que es translúcido, transparente), limpia y sin obstáculos, la luz entrará a chorros en la habitación, iluminando todos sus rincones.
Si el cristal de la ventana tiene un color, o está escarchado, mal hecho, sucio u oscuro, la luz tendrá dificultad para entrar y la habitación no se iluminará debidamente.
La cantidad de luz que penetra en una habitación depende Del Estado de la ventana por la que tiene que pasar. Así que, dice Jesús, la luz que penetra en el corazón y el alma y el ser de una persona depende del Estado espiritual del ojo por el que ha de pasar, porque el ojo es la ventana del cuerpo es decir de toda la persona.
La opinión que tengamos de las personas dependerá de la clase de ojos con que la miremos. hay ciertas cosas obvias que pueden cegar o deformar nuestra visión a cerca de los demás:
- El prejuicio. Puede deformar nuestra visión.
No hay nada que destruya el juicio de una persona tanto como el prejuicio. Le impide formarse el juicio claro, razonable ilógico que debe formarse todo ser humano. Le ciega igualmente a los hechos y a su significado.
Una de las cosas más necesarias de la vida es el valiente autoexamen que nos permitirá ver cuando estamos actuando por principio y cuando somos víctimas de nuestros propios prejuicios injustificados e irracionales. En cualquier persona desviada por el prejuicio el ojo se oscurece y la visión se deforma.
- Los celos. Pueden deformar nuestra visión,
¿ustedes han leído la obra de Shakespeare llamada Othello?
“El Moro othello se había hecho famoso por sus hazañas heroicas, y se había casado con Desdémona, que le amaba con absoluta devoción y fidelidad total.
Como general del Ejército de Venecia othello ascendió a cassio sobrepasando a iago. A iago le consumieron los celos. Fue así como mediante una conspiración sutil y la manipulación de los hechos, iago sembró en la mente de othello la sospecha de que cassio y Desdémona estaban intrigando secretamente. Manufacturo la evidencia para probarlo, y movió a othello a tal pasión de celos, que finalmente asesinó a Desdémona ahogándola con una almohada”.
Alguien escribió: “unos celos como los de othello convierten en caos la naturaleza humana, y liberan la bestia en el hombre”
Muchos son los matrimonios y muchas amistades han naufragado en el acantilado de los celos, que de forma incidentes perfectamente inocentes haciéndolos aparecer como acciones culpables, así segando la visión a la verdad y a los hechos.
- La presunción. Puede deformar nuestra visión
La presunción afecta doblemente la visión humana, porque nos hace incapaces de vernos a nosotros mismos como somos en la realidad, E incapaces de ver a otros como realmente son. Si una persona está convencida de su propia extraordinaria sabiduría, nunca será capaz de darse cuenta de su propia necedad; Y si es ciega a todo lo que no sean sus propias virtudes, nunca será consciente de sus propias faltas. Siempre que se compare a sí misma con otras personas, saldrá ganando en la comparación, y no perdiendo. Será siempre incapaz de someterse a sí misma a juicio, e incapaz por tanto de mejorarse a sí misma. La luz en la que debiera verse a sí misma y a las demás personas será pura y mera oscuridad
¿Uds. han escuchado hablar del “SGB”? “Síndrome de Golpe Blando” Es un nuevo fenómeno psiquiátrico que afecta a uno de cada un político progre… si quiere conocer un poco mas de ese síndrome, Merceditas Cárdenas tiene la información.
Cuando usted lee la Biblia desde el génesis se ha preguntado sobre génesis 2:25: “y ambos estaban desnudos, Adán y su mujer, y no sentían vergüenza”
la idea que hay detrás de este texto a simple vista para cualquier transeúnte puede ser muy sencilla casi que infantil.
El señor Jesús entonces está diciendo: “no hay nada como la generosidad para darte una visión clara y sin deformaciones de la vida y de las personas; y no hay nada como un espíritu tacaño y mezquino para deformar tu visión de la vida y de las demás personas.
Mateo 6:22-23
Pareciera que el Señor Jesús introduce un tema diferente del cual viene hablando y continuara a lo largo del capítulo seis, sin embargo, no es así. El predicador del sermón del monte comenzó hablando de la importancia de preocuparnos más por hacer tesoros en el cielo, que dedicar nuestra vida entera a la acumulación de riquezas egoístas en la tierra las cuales son perecederas, y termina advirtiendo que es importante que vigilemos nuestro intereses, ya que donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón. Enseñamos que para esto es importante valorar las cosas espirituales las cuales son invaluables y por lo que Pablo exhortaba a “Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra”, (Colosenses 3:2).
Por tal motivo ahora viene Jesús y advierte a sus discípulos la importancia de tener nuestra mirada en las cosas verdaderamente valiosas y eternas, porque de lo contrario nuestros intereses serán contrarios al del reino de Dios.
Muchas veces se ha dicho que los ojos son la ventana del alma. Todos sabemos que, si una ventana se encuentra sucia, la luz del día no penetra bien a la casa y no alumbra bien a los que la habitan. También dificulta la visualización de los que viven en ella. Así también lo es en el caso de los seres humanos que han permitido que su visión espiritual sea manchada y miope por el diablo el cual los ha enceguecido por la maldad de este mundo.
En esta porción del sermón del monte el señor Jesús habla de una virtud especial que ilumina la visión, y un defecto especial que la ensombrece. Se habla del ojo bueno y del ojo malo. No cabe duda de que ese es el sentido literal del original; Pero las palabras bueno y malo se usan aquí con un sentido especial que era bastante corriente en el griego koiné en el que se escribió el Nuevo Testamento.
Teniendo claro el significado de bueno igual generoso y de malo igual Tacaño o avaricioso, Egoísta; El señor Jesús entonces está diciendo: “no hay nada como la generosidad para darte una visión clara y sin deformaciones de la vida y de las personas; y no hay nada como un espíritu tacaño y mezquino para deformar tu visión de la vida y de las demás personas.
El ojo maligno es el que refleja la infección de un corazón mezquino.
La expresión que usa nuestro Señor Jesucristo es referente a la actitud de quien no está dispuesto a compartir y vive sólo para sí. Si en nuestra cultura los ojos son la ventana del alma, para los judíos se refiere al corazón.
Un corazón maligno trasciende a la totalidad de la vida, un corazón mezquino es infelicidad pasada, presente y futura.
La codicia o el deseo; el perjuicio, el celo y el orgullo estorban la visión del hombre y dañan la comunidad humana. El tacaño es el que solo tiene ojos para mirarse a sí mismo, vive ajeno a la realidad del mundo, de su ciudad, de sus hermanos.
No sabe extender su mano al necesitado y vive convulsionado por el vehemente deseo de tener y acumular hasta la saciedad. La tacañería y la mezquindad van de la mano, ambos adjetivos dan cuenta de la avaricia de un corazón, que sólo sabe mirar en beneficio propio y no acierta a vivir en comunidad. Y esto se da tanto a niveles familiares y fraternales como sociales. La visión de un corazón maligno está distorsionada por la miseria de no saber dar y mucho menos darse.
- La generosidad cristiana
¿Quién puede dar lo que no tiene? Generoso es quien comparte aquello que posee. El que mira con generosidad expresa la riqueza de un corazón transformado por la gracia de Dios. No da por el hecho de dar, sino en testimonio de la gracia que cobija su corazón.
Si bien es cierto que los hechos dan testimonio de nuestros sentimientos y que Jesús valoró la actitud de quien sabe quitarse la capa y darla a quien le pide la túnica, también lo es el hecho de que la fe cristiana tiene un carácter distintivo que se ha de compartir.
Quienes poseen riquezas pueden apoyar la obra evangelizadora con mas facilidad y generosidad, y ¿qué mayor riqueza podríamos ofrecerle al mundo que la de nuestra fe, amor, palabra y testimonio?
La generosidad cristiana es dar en solidaridad de espíritu, con humildad y sin esperar recibir nada a cambio, sólo la satisfacción personal de haber sido instrumento de la gracia de Dios para despertar la fe en un corazón desesperanzado o la paz en el alma atormentada.
- Debemos ser generosos en nuestro juicio de los demás.
Todos los días de la vida se masacran reputaciones de personas inocentes mientras se hacen conversaciones triviales o se toman un café, Haciendo declaraciones chismosas, alejadas de la verdad y de la realidad. Murmuraciones cuyos juicios están empapados de veneno. El Mundo se liberaría de muchos quebraderos de cabeza y de corazón si atribuyéramos a las acciones de nuestros semejantes no las peores sino las mejores intenciones.
Cuando empezamos a tener estos sentimientos cuando empezamos a ver a las personas y a las cosas claramente es entonces cuando nuestro ojo y con él todo nuestro cuerpo llega a estar lleno de luz.
El ojo tacaño, o el espíritu egoísta y mezquino produce 3 grandes males:
1. Nos hace imposible vivir con nosotros mismos.
Si uno está siempre envidiando el éxito de otros y lamentando la felicidad de otros, cerrándole el corazón a la necesidad de otros, llega a ser la más digna de compasión de todas las criaturas: una persona rencorosa, resentía. Le crece dentro una amargura y un resentimiento que le roba su propia felicidad, la priva de su paz y le destruye toda satisfacción.
2. Nos hace imposible vivir con otras personas.
Todos evitan a una persona mezquina; todos desprecian a una persona de corazón miserable. La caridad cubre una multitud de faltas, pero un espíritu mezquino hace inútiles una multitud de virtudes. Por muy mala que sea una persona generosa, siempre tendrá otras que la quiera; y por muy buena que sea una persona mezquina, todos la aborrecerán.
3. Nos hace imposible vivir con Dios.
No hay nadie tan generoso como Dios; y, en último análisis, no puede haber ninguna relación entre dos personas que dirigen sus vidas con principios diametralmente opuestos. No puede haber ninguna relación entre el Dios que tiene el corazón inflamado de amor y la persona que lo tiene congelado por la mezquindad, el ojo tacaño de forma nuestra visión; solo el ojo generoso ve claramente, porque solo él ve como Dios ve.
Conclusión
Como creyentes debemos cuidar nuestro corazón, para que todas nuestras intenciones y sentimientos sean buenos y se transformen en acciones que glorifiquen a Dios. La Biblia nos enseña que debemos ser cuidadosos al momento de poner nuestra atención en cualquier cosa.
Rick Warren dice: “cualquier cosa que atrape tu atención te atrapara a ti”.
Nuestros ojos juegan un papel muy importante ya que generalmente todo lo que nos cautiva entra por ellos. Jesús advirtió que el codiciar a una mujer es considerado adulterio (Mateo 5:28). Job dijo que cuidó sus ojos para no codiciar a las jóvenes doncellas (Job 31:1). El pecado de adulterio de David inicio con solo ver a una mujer hermosa desnuda que se bañaba (2 Samuel 11:2). El pecado de Acán consistió en codiciar un manto babilónico muy bueno, y doscientos siclos de plata, y un lingote de oro de peso de cincuenta siclos, que Dios había maldecido (Josué 7:21). Todos estos pecados entraron por la vista a través del ojo, y por ello debemos cuidarnos de poner nuestra atención de aquellas cosas que nos puedan arrastrar al pecado. La Biblia dice en Proverbios 4:25-26
Por lo tanto, nuestra atención principal debe estar en lo espiritual ya que ellas son las que producen las verdaderas riquezas espirituales y definen nuestra fidelidad hacia aquello que nosotros consideramos más importante: Dios o lo que el mundo ofrece. Así cuando algo captura nuestra atención se apodera de nuestro corazón, y generalmente define nuestra fidelidad a aquello que tanto apreciamos. Si nuestra mirada está dirigida a las cosas eternas,
nuestro corazón le pertenecerá a Dios y por ende nuestra fidelidad; pero, si nuestro interés está en hacer riquezas en esta tierra, nuestro corazón le pertenecerá a las cosas terrenales y
sus prioridades giraran alrededor de ellas y por tanto Dios no será su Señor, ¡AMEN!
CRISTO VIENE PRONTO