Iglesia Familiar de Restauración: IFRAN Bogotá Norte
Ofrenda por PSE IFRAN
Haz tu ofrenda aquí☝🏻

i Dios es conmigo, quien contra mi - 1a parte

Comparte este artículo

Introducción

Acabamos de terminar un año que a lo mejor nos dejó muchas bendiciones o a algunos otros frustraciones, todo depende desde qué perspectiva lo mires, pero de lo que sí debes estar seguro es que si estas hoy en este doce de enero del 2025 es porque Dios ha tenido misericordia de tu vida

Muchos de nosotros no vamos a olvidar este dos mil veinticuatro que acaba de terminar, puesto que Dios nos dejó muchas bendiciones y muchas experiencias lindas, a lo mejor para otros este dos mil veinticuatro será un año que tratará de olvidar lo más rápido posible porque no le fue muy bien o porque tuvo experiencias desagradables que lo convirtieron en un año de derrotas.

 

Pero más allá de lo bueno o de lo malo que nos hubiese pasado en este año, tenemos que aprender tanto de las experiencias buenas, como de las experiencias malas para no volver a cometer los mismos errores que cometimos el año anterior. Es por esa razón que necesitamos ver para adelante y como meta buscar el favor de Dios, en lugar de estar viviendo de glorias pasadas o de fracasos pasados, tenemos que dejar atrás ese tipo de sentimientos,

Con el nuevo año vienen nuevas esperanzas, nuevos deseos, anhelos. El principio de un año nuevo siempre me recuerda un corto poema cuyo autor escapa de mi mente. Se titula “El Nuevo año” Dice así: “Este es el principio de un nuevo año, Dios me ha dado este año para hacer de él lo que yo quiera. Puedo usarlo para bien o para mal. Lo que haga hoy es importante porque estoy intercambiando un día de mi vida por lo que haga. Cuando llegué el mañana, este día se habrá ido para siempre, dejando en su lugar aquello que cambié por él, Quiero que sea algo bueno, no malo, algo que tenga éxito, no un fracaso. Algo que valga la pena por lo que pagué por él.”

 

Muchas personas cuando termina un año se sientan alrededor de una cena o una parrilla e imaginan que el cambio de año les traerá cosas mejores de las que tuvieron el año que se termina, e inclusive declaran que vamos a hacer un sin fin de cosas para Dios, de las cuales probablemente no cumplamos ni siquiera una de las tantas.

 

su vida y mi vida no va a cambiar mucho solamente porque arranquemos una hoja del calendario o porque éste cambie de 2024 a 2025. (Imposible que esto suceda como por acto de magia).

Es necesario reaccionar y accionar. Tu vida y la mía cambiaran porque decidamos hacer que las cosas sean diferentes, y nos empecemos a comportar realmente como personas lavadas con la preciosísima sangre del cordero, y permitamos que Dios realmente moldee nuestras vidas.

Sin embargo, el día de ayer ya se fue. No hay nada que podamos hacer con él. El día de ayer es historia, a los que les gusta el fútbol, el narrador deportivo que dice cuando termina el partido: “suena el pitazo final del árbitro diciendo que este encuentro ya es historia”.

El día de ayer “No volverá jamás”. No podemos reparar el daño que ya hicimos ayer, ni mejorar lo bueno que hayamos hecho ayer.  ¡Ayer ya se fue! Tomó las alas del viento y desapareció en el vasto firmamento, pero lo que sí podemos hacer con el día de ayer es aprender de nuestros errores para no repetirlos y algo mucho más importante que también podemos hacer, conquistarlo.

Roberto A. Back, director de una Compañía que vende seguros de vida en Estados Unidos, dice: “La mejor manera de tener éxito en la vida se logra haciendo lo que te gusta hacer y haciéndolo bien.” 

Conquistar el ayer quiere decir, “Hacer más y mejor hoy que lo que hicimos ayer”. Si la desidia nos venció ayer, venzámosla  hoy; si fracasamos en algún proyecto, empecemos de nuevo; si fuimos negligentes y no oramos a Dios ayer, hagámoslo en este momento y pidámosle que nos ayude a vencer el ayer; si no leímos la Biblia, hagámoslo hoy, no deje que se pase el día sin meditar en la Palabra de Dios. 

Conquiste el ayer no solo haciendo lo que debió haber hecho sino haciéndolo mejor, a conciencia, sabiendo que es para agradar a Dios. También Roberto A Back menciona seis cosas más que, según él, son muy importantes para tener éxito en la vida:

  • El triunfo no se logra automáticamente;
  • Sé un buen ejemplo;
  • Involúcrate;
  • Haz de tus estudios y de tu trabajo algo agradable;
  • Expresa tus sentimientos
  • El éxito es más fácil que el fracaso.

Para ti ¿Qué significa un nuevo año?

Todos en esta vida necesitamos alguna vez la oportunidad para comenzar de nuevo, tal vez porque sencillamente todo lo que hicimos tiempo atrás estaba mal.

Un año nuevo significa una nueva oportunidad para cambiar.

Ejemplo mío: yo tuve la bendición de la oportunidad de comenzar de nuevo, y escribir una nueva historia en mi vida porque hoy podría haber sido un preso en una cárcel, drogadicto o un habitante más de la calle. 

Al igual que todos ustedes, yo tuve una oportunidad y la tomé, pero tuve que decidirme a cambiar porque nuestra vida se rige por decisiones.

 

Una decisión mal tomada establece cómo será tu estilo de vida e inclusive afectará a los que te rodean.

¡TODOS TUVIMOS QUE HABER EXPERIMENTADO ALGÚN FRACASO!

Proverbios 3:1-6

No importa qué clase de decisión sea la que vayas a tomar, debes tomar en cuenta siempre, pero siempre a Dios.

Posiblemente hayan excepciones y a lo mejor el dos mil veinticuatro fue un año de éxitos completos para tu vida y para gloria de Dios no enfrentaste ningún fracaso. Pero para aquellos que lastimosamente tuvieron que experimentar algún fracaso, ya sea académico, familiar, laboral, espiritual o sentimental, quiero que por un momento evalúes algunas cosas, como, por ejemplo:

¿Cómo estuvo tu relación personal con Dios este año?

Muchos creen que “la mala suerte los persigue” o peor aún “que le hicieron brujería” y que por eso obtienen fracasos, pero más allá de eso deberíamos reflexionar sobre nuestra relación personal con Dios en este año que acaba de terminar. ¿Realmente mantuvimos un hábito diario de oración?, ¿Cuánto tiempo dedicamos para leer la Biblia?, ¿Cómo fue nuestro año de servicio al Señor?, ¿Realmente le dimos alabanza y adoración con nuestra vida?

son aspectos que rara vez tomamos tiempo para reflexionar sobre ¿Cómo estoy viviendo mi vida como hijo de Dios? 

Por esa razón es necesario no solo al finalizar o al empezar un año, sino en cada momento del año examinar cómo estamos llevando nuestra relación personal con Dios, esto si queremos ver buenos resultados en nuestra vida.

 

¿Qué clase de decisiones tomaste?

Esta es otra de las preguntas que deberíamos hacernos, puesto que lo que vivimos es resultado de nuestras decisiones, de más está decir que cuando no mantenemos una buena relación personal con Dios tomamos malas decisiones, porque no lo estamos tomando en cuenta. Muchas de las decisiones que tomamos en este año que acaba de pasar no fueron guiadas por Dios, sino por nosotros mismos, creyendo que era la mejor decisión, y terminó en algunos casos siendo la peor. 

No importa qué clase de decisión sea la que vayas a tomar, debes tomar en cuenta siempre, pero siempre a Dios.

 

¿Qué hiciste para evitar el fracaso?

Posiblemente tu respuesta sea: “Nada”, muchas veces antes de terminar en un fracaso tenemos tiempo para poderlo remediar, ¿Cómo?, simple haciendo lo que desde un principio hubiéramos hecho, esto es buscar a Dios. 

Cuando pones a Dios antes que cualquier cosa, todo lo que emprendas será respaldado, pero cuando haces lo contrario y lo dejas en segundo plano, anteponiendo tus intereses o tu voluntad a la de Él, es ahí en donde vas segurísimo al fracaso, no importa qué área sea. 

La humillación es el reconocimiento de mi incapacidad ante las cosas, permitiendo de esta manera que entre en acción aquel que lo es todo y el cual es Soberano, esto es nuestro Dios.

 

¿Qué actitud tomaste después del fracaso?

La actitud más común es, echarse a llorar, o echarle la culpa a Dios, como que, si él fue el que se descuidó de la relación personal contigo o alejarte de los caminos de Dios, porque nada te sale bien. Las anteriores actitudes son las de una persona que solo piensa por sí misma, es decir que solo busca su bien propio olvidándose que hay un Dios a quien le debemos nuestra vida y por el cual debemos vivir tratando de agradarle y siendo testimonio de su poder transformador.

 

Es cierto que a lo mejor el año que acaba de pasar no fue bueno para algunos, para otros será un año inolvidable, tal vez porque pudiste concretar todas las metas que te propusiste, o tuviste grandes encuentros personales con Dios. Bueno si hablamos de lo bueno, creo que muchos de nosotros estamos agradecidos por lo que Dios nos ha regalado en este año que acaba de pasar y comenzamos este otro con mucha convicción que será un año inolvidable porque Dios se manifestará en nuestras vidas de una manera sobrenatural.

 

Pero por un momento quiero que entiendas algunas cosas que te serán de gran bendición para este año que comenzamos a vivir:

  1. Ya no es tiempo de estar llorando errores del pasado: 

Muchas veces lo he dicho y lo seguiré repitiendo siempre que Dios me lo ponga en mi corazón y es el hecho que los errores del pasado no pueden estar afectando totalmente tu futuro

Es cierto que las consecuencias de los errores se tienen que enfrentar, pero no puedes estar llevando cargas que no te corresponden. 

Dios ha querido muchas veces sanar heridas de tu corazón, las cuales tu no has permitido, hay rencor y odio en muchos corazones los cuales Dios quiere sanar, pero tú mismo orgullo no lo ha permitido. Tienes que entender que hay errores que cometiste los cuales te tendrían que servir para que madurez espiritualmente y para que comprendas que necesitas cada día más de Dios. Pero ya no es tiempo que esos errores te estén robando el ánimo y más aún tu vida misma, pues hay muchos que por seguir llorando los errores del pasado no ponen su mirada en el presente y son presa fácil para el enemigo. 

Es hora que como hijo de Dios te levantes y de una vez por todas olvides los errores que cometiste en el pasado, el año dos mil veinticuatro ya es parte del pasado, si para ti no fue un buen año, entonces es hora que comiences uno nuevo que sí será de bendición para ti, pero es necesario que cambies de actitud, porque la voluntad de Dios no es que estés cabizbajo todo el tiempo, sino que comprendas que eres un guerrero de Dios y como guerrero es necesario que te sobrepongas a todo ataque para seguir luchando. (2ª Timoteo 1:7)

 

  1. Es necesario que reconozcas a Dios en todos lo que emprendas: 

Como resultado de las malas experiencias tienes que entender que separados de Dios nada podemos hacer, pero que con Él somos más que vencedores. Si tu reconoces a Dios en todos tus caminos, créeme que los resultados que obtendrás serán tremendos. 

Es por eso que lo mejor que podemos hacer es fiarnos de Dios de todo corazón y no apoyarnos en nuestra propia prudencia tal y como lo dice Proverbios 3: 5. 

 

  1. Evalúa tu caminar constantemente: 

Una de las cosas más sanas que traerán bendición es evaluar tu vida y como la estas viviendo, esto te ayudará a mejorar en los aspectos que se necesite y el no seguir cometiendo errores, como los que posiblemente estés cometiendo en el momento de tu evaluación personal, el salmista David era un hombre que le decía a Dios en el Salmo 139: 23 y 24; “Examíname, Oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos; Y ve si hay en mi camino de perversidad, Y guíame en el camino eterno”. ¿Por qué no decir lo mismo nosotros? Créeme que es saludable para nuestro espíritu y para nuestra relación personal con Dios.

 

  1. No te detengas de agradar a Dios por nada del mundo: 

Posiblemente en este año que estamos comenzando, aparecerán muchas situaciones que querrán derribarte, desanimarte o asesinarte espiritualmente. El enemigo está maquinando muchos ataques hacia tu vida, pero lo bueno de todo esto es que mientras el máquina de qué forma hurtar la bendición que Dios te quiere dar, Dios ya tiene preparada mucha fortaleza para tu vida y mucho respaldo, para que no te dejes engañar por las mentiras del diablo, que como calumniador querrá entorpecer los planes que Dios tiene estipulados para ti en este año.

Posiblemente muchas veces te vas a sentir débil, pero no te dejes llevar por las voces del enemigo que querrán decirte que eres un derrotado y un debilucho, recuerda que Dios no te dejará ser tentado más de lo que puedas soportar. 

 La Biblia dice en 1ª Corintios 10:13. 

Yo te invito a que si por circunstancias de la vida tropiezas, que te vuelvas a levantar para seguir luchando, tú no eres un derrotado ni un debilucho, tú eres un hijo de Dios que vale la sangre de Cristo, por lo cual has sido hecho MAS QUE VENCEDOR.

Conclusión

Tanto las buenas como las malas experiencias que viviste en este año que acaba de terminar, ya pasaron, ahora estamos frente a un año más lleno de retos y de metas, las cuales podemos alcanzar y sobrepasar siempre y cuando mantengamos una comunión real con Dios.

Este es el tiempo en donde todo discípulo de Jesucristo tiene que marcar la diferencia, salir del acomodo que el enemigo nos ha querido llevar y entender que somos el presente de la Iglesia y que Dios nos ha dotado de las capacidades necesarias para provocar un avivamiento en TODO lugar donde vayamos. 

Es hora de que dejemos que el viento se lleve todo lo malo que pudimos vivir y entender que este año es nuestro año, es el año en el que TODOS mis sueños y anhelos se cumplirán porque Dios está conmigo.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Predicaciones por el Pastor César Muñoz Serna Iglesia Familiar de Restauración IFRAN

Si Dios es conmigo, quien contra mi - 1a parte

📖 Proverbios 3:1-6

🗓12 de Enero de 2025